Horror Hotel es una pequeña joya del cine de terror de los sesenta que, aparte de otras virtudes, sirvió para reunir en el espacio-tiempo a dos caballeros, en calidad de productores, que respondían a los nombres de Milton Subotsky y Max Rosenberg, los cuales poco después montarían la productora Amicus y deleitarían a todos los aficionados al cine de terror con sus ‘perversos cuentos para adultos’; pero esto es otra historia y la protagonista de hoy, con toda justicia, es Horror Hotel. La película parte de una estructura argumental muy similar a la utilizada en Psicosis, también destila un cierto regusto ‘pulp’ en su concepción y desarrollo que la entronca directamente con los cómics de la EC sin ir más lejos, por último, pero no menos importante, es una soberbia muestra de cómo utilizar un bajo presupuesto y unos medios muy limitados, para crear una película de terror muy atmosférica que deslumbra por su modestia a la par que por su efectividad.
La premisa argumental es muy básica:
Nan Barlow (Venetia Stevenson), estudiante de Historia Americana, es aconsejada por su profesor Alan Driscoll (Christopher Lee) para que pase unos días en la remota aldea de Whitewood (alojándose en una posada también recomendada por él) y estudie ‘in situ’ las leyendas e historias sobre la brujería, famosas en la región, y pueda acabar con éxito la tesis que está escribiendo sobre estos temas. Nada más llegar se da cuenta de que el lugar no es precisamente un lugar apacible y que sus habitantes parecen esconder un oscuro secreto. Una vez en la posada y bajo la atenta mirada de su dueña la Sr. Newless (Patricia Jessel), Nan continúa su investigación, pero una serie de acontecimientos hacen imposible llevarla a cabo.
Horror Hotel es un película eficaz que, con un ritmo rápido, desgrana la presentación y el núcleo de la obra, dejando para el final una resolución acorde a la estructura de inmediatez que jalona todo el metraje; la dirección de John Llewellyn Moxey, un artesano todo terreno con una gran carrera en el formato televisivo, es ajustada y perfectamente engrasada, sin grandes alardes técnicos y plenamente consciente del limitado presupuesto, apoyándose en una contrastada y estilizada fotografía en blanco y negro (obra de Desmond Dickinson) y en unos decorados neblinosos, que formalizan la propuesta por crear una mórbida y extraña atmósfera que sienta muy bien a la producción. Como ya he comentado, la estructura es deudora de la famosa Psicosis, pero también cohabita en el film una pulsión Lovecraftiana que no disgustaría al genio de Providence.
Más allá de estas patentes influencias el film se adhiere a planteamientos bastante recurrentes en las películas con trasfondo de brujería y satanismo, ya que sin ir más lejos la película se inicia con el juicio y posterior quema de una supuesta bruja que maldice a todos los lugareños y a su descendencia, este recurso para dar pie a la historia es paralelo al utilizado por Mario Bava en su majestuosa obra La Máscara del Demonio (curiosamente fechada en el mismo año), sin embargo el tratamiento global de Horror Hotel es más liviano y no tan morboso.
Más allá de estas patentes influencias el film se adhiere a planteamientos bastante recurrentes en las películas con trasfondo de brujería y satanismo, ya que sin ir más lejos la película se inicia con el juicio y posterior quema de una supuesta bruja que maldice a todos los lugareños y a su descendencia, este recurso para dar pie a la historia es paralelo al utilizado por Mario Bava en su majestuosa obra La Máscara del Demonio (curiosamente fechada en el mismo año), sin embargo el tratamiento global de Horror Hotel es más liviano y no tan morboso.
Respecto a los actores que dan vida a los personajes del libreto poco que decir, todos ellos cumplen con creces, pero sería injusto no incidir en el trabajo de Christopher Lee, pues su actuación gélida e inquietante es un claro reflejo de su gran habilidad para interpretar estos papeles tan esquivos, que necesitan de un poderoso carisma para resultar creíbles; también es necesario mencionar el gran trabajo de Patricia Jessel, su doble papel como la bruja Elizabeth Selwyn y Mrs. Newless, es pletórico, creando un recital de malevolencia, miradas esquivas, sadismo y frenesí satánico, a la altura de las grandes damas del fantástico, simplemente soberbia.
Bueno amigos/as, quien no haya visto este film que lo vea en cuanto pueda, los que ya lo conozcan harían bien en revisarlo, pues a pesar de ser casi desconocida, Horror Hotel, es un manjar para paladares exquisitos, que si bien tiene algunos desajustes en su global, perdonables por su bajo presupuesto, sí que regala momentos realmente memorables que la convierten por derecho propio en una película a reivindicar; cine de terror en mayúsculas, con brujas, satanismo, sacrificios rituales y un pueblo extraño e inquietante, no se puede dar más en tan solo 76 minutos siendo para mí una candidata perfecta para condimentar una noche de Halloween cualquiera.
Saludos!!!
Ficha
Técnica
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Año: 1960 / Director: John Llewellyn Moxey
/ Productor: Donald Taylor, Milton
Subotsky, Max Rosenberg, Seymour S. Dorner / Guión: George Baxt,
Milton Subotsky / Fotografía: Desmond
Dickinson / Música: Douglas Gamley
/ Dirección Artística: John
Blezard / Maquillaje: Barbara
Barnard, George Claff / FX: Cliff
Richardson / País: UK / Duración: 76' / Formato: 35mm / Proporción: 1.66: 1 / B/N / Títulos Alternativos: The City of the
Dead
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Ficha
Artística
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Christopher lee, Dennis Lotis, Patricia Jessel, Tom
Naylor, Venetia Stevenson, Valentine Dyall, Betta St. John, Ann Beach, Norman
Macowan, Fred Johnson, James Dyrenforth, Maxine Holden, William Abnet. Sin Acreditar: Nickolas Grace,
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