THE
BATTERY
Magnífica
película de bajo presupuesto donde dos supervivientes del holocausto zombie
afrontan una difícil convivencia forzada. Esplendido guión con inteligentes
giros y sugerentes subtramas. Cuenta con dos escenas de antología y la parte
final es un tour de force de gran pesimismo y tensión.
THE CALL
Película
de clara vocación comercial que no se toma demasiado en seria a si misma y no
pretende otra cosa que entretener. La mayor parte de las veces lo consigue a pesar de no contar con ningún merito a
destacar salvo la estupenda interpretación de la bella Halle Berry. Anderson nunca ha sido demasiado bueno pero
cuando se pone en modo artesano y deja de lado las pretensiones saca lo mejor
de si mismo.
PASSION
Comprensible
pero algo triste, es que la que muy posiblemente sea la mejor película del
festival la firme un director de 73 años. Muy difícil lo tendrán el resto de
obras para superar a la última película de Brian De Palma. Segundo remake
oficial de su filmografía, en esta ocasión versiona la última y maravillosa
película del genial director francés Alain Corneau Crime d’amour. De Palma deja de lado el comentario político de la
original y carga las tintas en el erotismo y el terror giallesco. En la línea
de la imprescindible Femme Fatale, el
director italoamericano propone un juego lingüístico que dialoga abiertamente
con el giallo, Hitchcock y sobre todo su propia obra. Con una primera parte
sorprendentemente sobria para lo que esperamos de este director, a partir de un
ligero giro de guión, puntuado por la impresionante banda sonora de Pino
Donaggio; De Palma empieza desfasarse a base de planos en diagonal, pantalla
partida, steadicam musical y suntuoso, guantes negros, lesbianismo, fetichismo,
cuchillos, etc; en una obra que no deja respiro al espectador y le arrebata
hasta el paroxismo. Contiene dos escenas antológicas que son desde ya un
clásico; mucha atención al poco comentado homenaje a Portrait of Jennie y a la bellísima fotografía del veterano
operador español José Luis Alcaine (¿Quién
puede matar a un niño?). Resumiendo, un clásico instantáneo y ahora sí:
OBRA MAESTRA.
THE
WORLD’S END
No
tenía mucha idea sobre que iba a encontrarme en la nueva película de Edgar
Wright ya que la comedia no es mi género y aunque admiro al brillante británico
su escueta sinopsis no había llamado mi atención, bien por mí, porque cuanto
menos se sepa mas se disfruta. Es difícil escribir sobre ella sin revelar los
giros de su magnífico guión pero lo intentaré resumir así:
La
película es una oda al cine, la amistad y de manera muy pero que muy políticamente
incorrecta al alcoholismo y la cerveza. Sin cooartadas culturales, sin pedir
perdón por mezclar los géneros que el director y nosotros amamos, orgulloso de
loarlos y mezclarlos de manera genial como en un buen gimlet; es una de
aquellas raras veces donde siempre recordarás la primera vez que la viste en
cine, lo bien que te lo pasaste y las veces que se te puso la piel de gallina.
Frenética, épica, heredera directa del humor de Matt Groening y con un estilazo
que para sí querrían post modernos más encumbrados. Y Simon Pegg, quien difícil
lo tendrá para superar el recital interpretativo con el que nos deleita. Cuando
la película acabó la ovación en el cine fue de las que hacen época. GENIAL.