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24 octubre 2010

rawpower63

Lucio Fulci, el maestro del horror (Parte 1)

Lucio Fulci, uno de los directores más emblematicos de cine de terror
Lucio Fulci es uno de los directores más controvertidos del mundo del cine, aún después de su muerte, su particular visión del horror combinado con sus obsesiones y la “misoginia” que destilan todas sus películas lo siguen colocando en el ojo del huracán, sus defensores son legión pero sus detractores tampoco se quedan cortos. Para mí, Fulci es uno de los representantes más sólidos y personales del cine europeo (principalmente en las décadas ’70 y ’80), sus films pocas veces dejan indiferente, no me importa que las historias sean incoherentes, con un guión mínimo o que los diálogos sean muchas veces de patio de colegio, no me importa que los finales parezcan apresurados o incompletos sólo es importante, bajo mí punto de vista, la increíble capacidad que tenía para sumergirte en su particular visión del cine, arrastrando sin contemplaciones al espectador a un mundo muchas veces onírico e inconexo pero siempre pletórico de contundencia, crudeza y mala leche. Su manera de entender el cine entronca directamente con grandes nombres del fantástico como Tourneur, Lovecraft o el mismo King, todos ellos parten de su imaginación y fantasía para crear mundos propios con sus reglas, mitos y leyendas construyendo universos únicos y personales que invitan a adentrarse en ellos y disfrutarlos con fruición.
Fulci es uno de los exponentes más claros de la edad de oro del cine de terror europeo,  su carrera es un crisol de todos los géneros (thriller, comedia, spaghetti, drama etc…), pero donde verdaderamente resaltó fue en la variante del fantástico y es en éste género donde se puede ver al Fulci más puro e intenso. En los siguientes artículos haré un extenso repaso a su biografía y principales películas, como no pretendo repasar uno a uno todos sus films sólo comentaré aquellos que por definición estén dentro del género de terror o fantástico o bien que plasmen, de alguna manera, aspectos importantes de la personalidad de su director. Adentrémonos pues en el fascinante mundo de este maestro del terror. 
Lucio Fulci nació un 17 de Junio de 1927 en Roma. En su juventud estudia medicina y trabaja en un hospital, después de una pelea con su superior decide abandonar estas actividades, a partir de ese momento compagina labores de periodista con el ingreso en el Centro Sperimentali del Cinema de su ciudad natal Roma ( donde coincide con Luchino Visconti y Michelangelo Antonioni), una vez graduado se convierte en documentalista e inicia una fructífera carrera como guionista en colaboración con su mentor y prolífico director Steno, la colaboración es extensa pero podemos destacar las películas L’Uomo, la Bestia e la Virtú (1953), Un Giornio in Pretura (1954), Guardia, Ladro e Cameriera (1958) y Totó Nella Luna (1958). Debuta en la dirección con I Ladri / Los Ladrones, también conocida como Contrabando en Nápoles (1959) protagonizada por el cómico Totó, a la cual siguen una serie de oscuras y raras películas que no tienen distribución fuera de Italia, films como Ragazzi del Juke Box (1959), Urlatori alla Sbarra (1960), 002 Agenti Segretissimi (1964), 002 Operazione Luna (1965) o el excelente spaghetti western Tempo di Massacro / Las Pistolas Cantaron la Muerte (1966), quizás su película más conocida de esa época. Estos títulos y unos cuantos más nos dan una clara idea de la manera de trabajar de la industria italiana en esos tiempos, un caldo de cultivo excelente donde cualquier género que estuviera de moda en el mundo era inmediatamente asimilado e imitado (muchas veces aportando nuevas visiones e ideas) por sus guionistas y directores, así el Rock & Roll, el Western, las películas de agentes secretos, comedias algo subidas de tono o cine de aventuras, son exprimidas hasta la saciedad y adecuadas a la forma de pensar del público italiano.
excelente película de Lucio Fulci
En los finales de los 60 y en la década de los 70 es cuando Fulci empieza a destacar, sus incursiones en el suspense, aunque en ciertos momentos las películas también se acercan notablemente al Giallo, se inician con Una Sull’ Altra / Una Historia Perversa (1969) y Una Lucertola con la Pelle di Donna / Una Lagartija con Piel de Mujer (1971), la primera levemente inspirada en Vertigo (Hitchcock) y la segunda surgida de su imaginación, ya anuncian su gusto por lo macabro y el Splatter más contundente,  imágenes a menudo situadas en un mundo onírico poblado por visiones de perros viviseccionados, cuerpos desmembrados o cadáveres mutilados y putrefactos que anticipan lo que se convertirá en marca de fábrica a partir de ese momento. En medio de estas dos películas dirigió Beatrice Cenci / La Verdadera Historia de Beatrice Cenci (1969), este film (uno de los preferidos de Fulci) le colocó en el centro del huracán,  ambientada en la Italia medieval narra la historia real de una muchacha que asesina a su padre, un hombre poderoso y odioso con múltiples contactos en la iglesia y que la sometía a abusos psicológicos y sexuales, la chica es torturada y acaba confesando el asesinato, después de ser ejecutada el pueblo la reconoce como una mártir, el film con una carga extrema, negativa y contundentemente crítica con la Iglesia Católica, fue recibida con comentarios feroces por parte del público y fue un absoluto fracaso en taquilla, siendo prohibida durante muchos años. Beatrice Cenci es cine clásico, narrada con sucesivos flashbacks que van desgranando poco a poco la trama, el film no aburre en ningún momento y en algunos  de ellos (la escena del asesinato y la tortura) son un botón de muestra de lo que Fulci rodaría en los siguientes años.  
Por esa época el realizador recibe un golpe en su vida privada, su mujer se suicida al serle diagnosticado un cáncer.          
Una buena muestra del personal cine de Lucio Fulci
Con el film Non si Sevizia un Paperino aka Don't Torture a  Duckling / Angustia de Silencio (1972), logra una obra que se convierte en uno de los mejores Giallos de la historia del cine, recurriendo otra vez a una carga anticatólica demoledora, ya que el asesino es el cura del pueblo y su muerte es un ejercicio de justicia casi divina. La película transcurre en un ambiente rural sumamente sórdido y deprimente, en ese pueblo se suceden los asesinatos de niños y la gente del lugar ansía hacer justicia a cualquier precio, un periodista (Tomas Milian) investiga las muertes y los sospechosos se van acumulando. Es una película cruel, violenta, opresiva y muy gráfica (no se esconde nada, se enseña todo), pero no es nada gratuita, la dirección, el guión y la interpretación de los actores están perfectamente ensamblados dotando al film de una presencia poderosa y difícil de olvidar. Como ya he comentado uno de los mejores Giallos de la historia que permite al realizador entrar de lleno en su época dorada.
Ya está bien por hoy, en el siguiente artículo nos adentraremos en los años más importantes e impactantes de la carrera de este director, hasta entonces un saludo.
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