En 1979 la película Dawn of the Dead (El Amanecer de los Muertos) de George A. Romero, remontada y retitulada Zombi por Dario Argento, esta arrasando en las taquillas de todo el mundo. Siempre con la mirada puesta en los éxitos comerciales americanos, tres productores Italianos (Fabricio de Angelis, Ugo Tocci y Gianfranco Couyoumdjian) deciden hacer una película que explote el tema de los muertos vivientes, una vez acabado el guión, titulado con todo el morro del mundo Zombi 2 / Nueva York Bajo el terror de los Zombi , intentan contratar como director a Enzo Castellari pero las elevadas pretensiones económicas del realizador dan al traste con el intento, alguien menciona a Fulci, con graves problemas económicos y personales en ese momento, cerrándose el acuerdo en pocos días. La gestación del film fue rápida y el director consigue que una mera “exploitation” se convierta en una nueva e innovadora mirada al tema de los muertos vivientes, la película ofrece imágenes espectaculares que elevan la tensión en la plateas, los movimientos de cámara, rápidos y violentos, no dan lugar al respiro, las muchas secuencias gore o splatter son cruentas y explicitas pero no exentas de clase en la dirección, los recursos visuales y narrativos son amplios y espectaculares, en fin la película se convirtió en un fenómeno de masas a nivel internacional y los productores ganaron cantidades espectaculares de dinero, De Angelis, queriendo asegurarse una continuidad, firma un contrato con Fulci para producirle 5 películas más respetando el equipo técnico de colaboradores que habían obrado el milagro. Hay que destacar el trabajo de Fulci y de su equipo para evitar, conscientemente, caer en una parodia fácil y gratuita de la peli de Romero, ya desde el principio se desmarcan de la original situando la acción en un lugar “paradisíaco” (Santo Domingo) en clara oposición al rollo totalmente urbano y consumista de Zombi (supermercado), evitan en todo momento la carga critica y social sustituyéndolo por una historia clásica de vudú y mad doctors, los zombis son más escalofriantes y sus ataques más virulentos, la violencia es mucho más contundente y visceral usando el truco del primer plano en muchas ocasiones, para de esta manera, provocar al espectador y atrapar toda su atención. La película no es redonda, pero funciona muy bien, los errores de ritmo o dirección quedan rápidamente olvidados pues, en este caso, las virtudes superan claramente a los defectos.
La siguiente película fue Luca il Contrabbandiere / Luca el Contrabandista (1980), alejándose momentáneamente del cine de terror el director realiza un thriller clásico, al estilo Fulci por supuesto, basándose en los enfrentamientos de bandas mafiosas y a pesar de ser una obra menor dentro de la filmografía del director, la película resalta por la violencia obsesiva recreada en numerosas partes del largometraje, las escenas violentas se suceden sin pausa: a una traficante le queman lentamente el rostro con un encendedor, la explosión del estomago de un mafioso por efecto de un disparo de rifle, la brutal sodomización de la esposa del protagonista y un amplio catálogo de cráneos y cuerpos destrozados por disparos que convierten a la película en un directorio de crueldades varias entre las que Fulci se mueve como pez en el agua. Fabio Testi en su papel de Luca esta muy convincente, también resaltaremos la perfecta banda sonora de Fabio Frizzi. Como curiosidad añadir que el propio Fulci realiza un cameo en el tiroteo final.
Como no podía ser de otra manera Fulci vuelve en 1980 al género Zombi con el film Miedo en la Ciudad de los Muertos Vivientes / Paura Nella Citta Dei Morti Viventi aka La Paura: Gates of Hell, ambientada en la ciudad de Dunwich (homenaje e inspiración en el mundo de H. P. Lovecraft). El film se inicia con el suicidio de un sacerdote (otra vez el catolicismo es el detonante del horror) que desencadena la apertura de las puertas del infierno y hace que los muertos vuelvan a la vida. La película, no tan conseguida como Zombi 2, tiene un guión, una dirección y unos diálogos extraños e incoherentes, provocando la sensación de estar viendo una sucesión de imágenes, en ocasiones absurda, que desorienta al espectador. Muchas de las situaciones o secuencias presentadas en el film carecen de respuesta aparente, dotando al largometraje de un ritmo lánguido y cansino, que no favorece la visión de la misma. No obstante el film es, en muchos momentos realmente turbador, la apuesta del director por crear secuencias de imágenes surrealistas y fascinantes en detrimento de una línea argumental clara es muy efectiva, convirtiéndose en todo un festín para los fans de Fulci y del cine de terror en general. Las escenas sádicas, escabrosas y gore no defraudan a nadie e incluso, dando una vuelta de tuerca, se podría pensar que el director intenta rodearlas de un aura irreal y misteriosa, consiguiendo de esta manera un mayor impacto emocional en el espectador. Fulci recrea con cariño esa atmósfera irreal durante toda la película, no gasta sus energías en diálogos o escenas coherentes que puedan distraer al espectador, prefiere concentrarse en lograr reacciones emocionales, no importa la manera importa el fin, esa es la conclusión lógica después de visionar la película.
Después de dirigir la decepcionante Il Gatto Nero / El Gato Negro (1980) basada en la obra de Edgar Allan Poe, Fulci se embarca en la que para mí es su mejor película en el género sobrenatural o de horror. L’Aldila aka The Beyond / El Más Allá (1981) es un ejercicio de estilo, perturbador y malsano, que recoge todas las obsesiones y fijaciones de Fulci y las multiplica hasta el infinito.
La sinopsis de la película es la siguiente: Louisiana, años 20. Un pintor llamado Schweick (Antoinne Saint-John) que vive en un viejo hotel y es conocido por los alrededores como adorador del diablo, es torturado y emparedado junto a sus obras por una horda de lugareños. 50 años más tarde, Loza Merril (Katherine McColl), una joven e independiente mujer, hereda la propiedad. Pronto inicia las obras de restauración del viejo edificio, descubriendo rápidamente que el hotel guarda un terrible secreto: es una de las siete entradas al infierno que existen repartidas por todo el planeta. Con la ayuda del Dr. John McCabe (David Warbeck) intentara desentrañar los misterios que rodean a la propiedad y sobrevivir a la pesadilla.
La sinopsis de la película es la siguiente: Louisiana, años 20. Un pintor llamado Schweick (Antoinne Saint-John) que vive en un viejo hotel y es conocido por los alrededores como adorador del diablo, es torturado y emparedado junto a sus obras por una horda de lugareños. 50 años más tarde, Loza Merril (Katherine McColl), una joven e independiente mujer, hereda la propiedad. Pronto inicia las obras de restauración del viejo edificio, descubriendo rápidamente que el hotel guarda un terrible secreto: es una de las siete entradas al infierno que existen repartidas por todo el planeta. Con la ayuda del Dr. John McCabe (David Warbeck) intentara desentrañar los misterios que rodean a la propiedad y sobrevivir a la pesadilla.
Un Fulci inspiradísimo despliega en este film toda su batería de trucos y experiencia cinematográfica, la película es una constante sucesión de imágenes buscando la mayor efectividad posible y, como es habitual, sin hacer mucho caso a una posible correlación de los acontecimientos narrados, como el mismo realizador explico: “…mí idea era hacer un film absoluto. El Más Allá es un film sin argumento, no hay lógica, solo una sucesión de imágenes….”.
Me gustaría destacar el maravilloso trabajo en los Fx de Gianetto de Rossi, la inquietante y brutal banda sonora de Fabio Frizzi y la fotografía del siempre excelente Sergio Salvati, que junto a las ideas y dirección de Fulci lograron el milagro de crear una total y absoluta obra maestra del género.
El film fue todo un taquillazo y la colaboración con los productores se hizo más estrecha pero a la vez más agobiante para el director.
Sin tiempo para respirar el realizador se embarca en la producción de Aquella Casa al Lado del Cementerio / Quella villa accanto al cimitero (1981), otra incursión en el género sobrenatural y otro festín de gore, escenas escabrosas y obsesiones varias, intentando repetir el éxito del anterior film. De todas maneras esto ya forma parte del próximo artículo dedicado al maestro del horror.