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05 septiembre 2013

rawpower63

Byzantium (2012)

Byzantium 2012, Neil Jordan y su peculiar visión del mundo de los vampiros
Continuando con los vampiros, ahora tenemos el regreso de Neil Jordan tanto al género de terror como a la temática  vampírica. Byzantium (2012) no es tan afortunada como "Entrevista con el vampiro" (Interview with the vampire, 1994) pero contiene algunos destellos del talento de Jordan, si bien es una película del todo irregular, y es que el tiempo no pasa en balde para nadie.

La película, basada en una obra de teatro de Moira Buffini, adaptada por la propia autora, trata de aportar nueva savia a algunos tópicos del género con desigual suerte, siendo seguramente Jordan quien aporta con su dirección lo mejor de la película y consigue salvar varios escollos presentes en el guión, lamentablemente no lo consigue en todo momento.
Byzantium
Es bastante obvio que Jordan sabe que el material que tiene entre manos es peligroso de cara a mantener el interés del espectador, es por ello que trata de resolver la mayoría de los problemas a través del montaje, pero como el material de base no es brillante y su dirección a veces es meramente funcional, lo consigue solo a ratos. Los primeros diez minutos son bastante extraños en su filmografía, la película se inicia con un magnífica persecución que finaliza con una impactante escena gore; los motivos de empezar de esta manera responden a un intento por parte del director de atrapar el interés  del espectador de cara al resto del metraje, pero al ser imposible mantener el ritmo en el resto de la historia debido a un guión excesivamente largo  y diluido, su esfuerzo queda en eso y poco más. La historia transcurre en dos épocas y para ello Jordan usa el montaje paralelo; mientras que la época contemporánea es bastante lenta y carece de fuerza (salvo en su delirante acto final), en el periodo decimonónico, donde explica el origen de estos vampiros a través de una historia gótica, es donde Jordan saca su talento a flote gracias a su particular visión del género, siendo esta parte lo mejor que ha rodado en años. Consciente de ello y queriendo mantener el interés del espectador el mayor tiempo posible, la historia del origen es fragmentada en la primera hora de la película, pero lo que se pretende como una estrategia para mantener el suspense y el interés acaba  perjudicando a la, en comparación, más floja historia contemporánea que no deja de interrumpir lo que realmente nos interesa. A partir de la hora de película la parte histórica iguala su protagonismo con la contemporánea y la película se sumerge en el terror hasta el final. El problema es que hasta que no hemos llegado a esa hora lo que hemos visto previamente es una historia de integración adolescente, descubrimiento del primer amor y conflictos materno / filiales, más propia de una obra de teatro que de una película de vampiros. Los temas citados no dejan de ser interesantes y el guión hace un buen uso del género vampírico para plantearlos pero no deja de resultar curioso que en el pasado Jordan haya conseguido integrar estos temas en sus películas con bastante éxito, pero esta vez no ha resultado, siendo el principal problema la dispersión. La historia presenta varias formas de entender el vampirismo por parte de estos seres, desde la vampira malvada y cruel (hecho subrayado con un explícito homenaje a Terence Fisher), hasta el grupo sectario, pasando por el vampiro romántico. Este último caso está más justificado que de costumbre  al tratarse de una vampira atrapada en un cuerpo de dieciocho años más o menos. Gran idea que el director ya usó de manera mas perversa en su adaptación de Anne Rice. La cambiante relación materno filial está llena de altibajos emocionales lo que le confiere cierto realismo al tratarse de una rebelión típica de la edad de la protagonista, los sentimientos encontrados estarían bastante justificados en este caso si se tratase de una historia donde estas dos personas no llevasen 200 años viviendo juntas.
Byzantium, una película de Neil Jordan
Al abarcar un periodo de tiempo tan amplio sumado al hecho de que ambas se transformaron en vampiro con unos 18 años de diferencia, no hay una justificación fuerte para que el conflicto generacional tenga lugar en el momento que lo describe la película; esto, sumado al hecho de que esta rebelión venga dada por el primer amor deja de ser verosímil al haber transcurrido tanto tiempo, ya que a pesar de ser una madre muy protectora es difícil creer que la protagonista no haya conocido a ningún chico a lo largo de dos siglos. Por último, una frustrada historia de amor atemporal entre dos vampiros queda solo apuntada y se le podría haber sacado mucho más provecho quedando al fin solo en la superficie. Jordan también parece querer imprimir su impronta autoral recreando ambientes del mundo de la prostitución como hizo en su memorable Mona Lisa (1986), pero lo que en el pasado era sórdido y melancólico aquí deviene excusa estética. La parte final de la película alcanza cierto tono delirante al confluir todas las historias y personajes al mismo tiempo en una frenética secuencia de acción con bastante sangre de por medio. Cabe destacar que Jordan parece haber impuesto el tema del gore para demostrar que su fin último es hacer una película de terror, algo que le honra. No quiero decir que el gore sea necesario para una película de género, pero en esta caso la distancia de otras aproximaciones cursis al tema del vampirismo.
Neil Jordan vuelve al mundo del vampirismo
Mención aparte merece el nuevo modo en que los vampiros chupan la sangre a sus víctimas. Si, lo hacen a través de la yugular pero en lugar de desgarrar esta con sus habituales colmillos, aquí ,queriendo pasarse de originales, los seres de la noche tienen una larga uña en su pulgar derecho, que despliegan a voluntad, si bien al principio parece una idea sugerente, cuando en la parte final se suceden sin cesar los ataques vampíricos a golpe de uña, este nuevo sistema alcanza cotas psicotrónicas, cayendo en un ridículo involuntario.

Una película recomendable para completistas del género vampírico y fans de Jordan, a pesar de que ambos pueden quedarse algo defraudados por ese constante quiero y no puedo que arrastra la película por momentos. Aun así, destaca en la producción actual gracias a la elegancia habitual del irlandés.

Alex Turol

Ficha Técnica
Año: 2012 / Director: Neil jordan / Productor: Sam Englebardt, William D. Johnson, Elizabeth Karlsen, Alan Moloney, Stephen Woolley / Guión: Moira Buffini / Fotografía: Sean Bobbitt / Música: Javier Navarrete / Dirección Artística: Bill Crutcher, Martin Goulding / Maquillaje: Chloe Bourke, Lorraine Brennan, Lucy Browne, Audrey Doyle, Deirdre Fitzgerald, Cerina Knott, Waldo Mason, Justin Pitkethly / FX: Kevin Byrne, Neal Champion, Bernard Newton, Kevin Nolan, Scott Peters / País: UK, USA, Irlanda / Duración: 118' / Formato: Codex / Proporción: 2.35: 1 / Color / Presupuesto: £8.000.000
Ficha Artística
Saoirse Ronan, Gemma Arterton, Barry Cassin, Sam Riley, David Heap, Warren Brown, Daniel Mays, Ruby Snape, Thure Lindhardt, Jenny Kavanagh, Glenn Doherty, Gabriela Marcinkova, Edyta Budnik, Caleb Landry Jones, Uri Gavriel, Jonny Lee Miller, Caroline Johns, Christine Marzano, Kate Ashfield, Jeff Mash, Ronnie Masterson, Patricia Loveland, Maria Doyle Kennedy.

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