Continuando con los vampiros, ahora
tenemos el regreso de Neil Jordan
tanto al género de terror como a la temática
vampírica. Byzantium (2012) no
es tan afortunada como "Entrevista con el vampiro" (Interview with the vampire, 1994) pero
contiene algunos destellos del talento de Jordan, si bien es una película del
todo irregular, y es que el tiempo no pasa en balde para nadie.
La película, basada en una obra de
teatro de Moira Buffini, adaptada
por la propia autora, trata de aportar nueva savia a algunos tópicos del género
con desigual suerte, siendo seguramente Jordan quien aporta con su dirección lo
mejor de la película y consigue salvar varios escollos presentes en el guión,
lamentablemente no lo consigue en todo momento.
Es bastante obvio que Jordan sabe que el
material que tiene entre manos es peligroso de cara a mantener el interés del
espectador, es por ello que trata de resolver la mayoría de los problemas a
través del montaje, pero como el material de base no es brillante y su
dirección a veces es meramente funcional, lo consigue solo a ratos. Los
primeros diez minutos son bastante extraños en su filmografía, la película se
inicia con un magnífica persecución que finaliza con una impactante escena
gore; los motivos de empezar de esta manera responden a un intento por parte
del director de atrapar el interés del
espectador de cara al resto del metraje, pero al ser imposible mantener el
ritmo en el resto de la historia debido a un guión excesivamente largo y diluido, su esfuerzo queda en eso y poco
más. La historia transcurre en dos épocas y para ello Jordan usa el montaje
paralelo; mientras que la época contemporánea es bastante lenta y carece de
fuerza (salvo en su delirante acto final), en el periodo decimonónico, donde
explica el origen de estos vampiros a través de una historia gótica, es donde
Jordan saca su talento a flote gracias a su particular visión del género,
siendo esta parte lo mejor que ha rodado en años. Consciente de ello y
queriendo mantener el interés del espectador el mayor tiempo posible, la
historia del origen es fragmentada en la primera hora de la película, pero lo
que se pretende como una estrategia para mantener el suspense y el interés
acaba perjudicando a la, en comparación,
más floja historia contemporánea que no deja de interrumpir lo que realmente
nos interesa. A partir de la hora de película la parte histórica iguala su
protagonismo con la contemporánea y la película se sumerge en el terror hasta
el final. El problema es que hasta que no hemos llegado a esa hora lo que hemos
visto previamente es una historia de integración adolescente, descubrimiento
del primer amor y conflictos materno / filiales, más propia de una obra de
teatro que de una película de vampiros. Los temas citados no dejan de ser
interesantes y el guión hace un buen uso del género vampírico para plantearlos
pero no deja de resultar curioso que en el pasado Jordan haya conseguido
integrar estos temas en sus películas con bastante éxito, pero esta vez no ha
resultado, siendo el principal problema la dispersión. La historia presenta
varias formas de entender el vampirismo por parte de estos seres, desde la
vampira malvada y cruel (hecho subrayado con un explícito homenaje a Terence Fisher), hasta el grupo
sectario, pasando por el vampiro romántico. Este último caso está más
justificado que de costumbre al tratarse
de una vampira atrapada en un cuerpo de dieciocho años más o menos. Gran idea
que el director ya usó de manera mas perversa en su adaptación de Anne Rice. La cambiante relación
materno filial está llena de altibajos emocionales lo que le confiere cierto
realismo al tratarse de una rebelión típica de la edad de la protagonista, los
sentimientos encontrados estarían bastante justificados en este caso si se
tratase de una historia donde estas dos personas no llevasen 200 años viviendo
juntas.
Al abarcar un periodo de tiempo tan amplio sumado al hecho de que ambas se transformaron en vampiro con unos 18 años de diferencia, no hay una justificación fuerte para que el conflicto generacional tenga lugar en el momento que lo describe la película; esto, sumado al hecho de que esta rebelión venga dada por el primer amor deja de ser verosímil al haber transcurrido tanto tiempo, ya que a pesar de ser una madre muy protectora es difícil creer que la protagonista no haya conocido a ningún chico a lo largo de dos siglos. Por último, una frustrada historia de amor atemporal entre dos vampiros queda solo apuntada y se le podría haber sacado mucho más provecho quedando al fin solo en la superficie. Jordan también parece querer imprimir su impronta autoral recreando ambientes del mundo de la prostitución como hizo en su memorable Mona Lisa (1986), pero lo que en el pasado era sórdido y melancólico aquí deviene excusa estética. La parte final de la película alcanza cierto tono delirante al confluir todas las historias y personajes al mismo tiempo en una frenética secuencia de acción con bastante sangre de por medio. Cabe destacar que Jordan parece haber impuesto el tema del gore para demostrar que su fin último es hacer una película de terror, algo que le honra. No quiero decir que el gore sea necesario para una película de género, pero en esta caso la distancia de otras aproximaciones cursis al tema del vampirismo.
Mención aparte merece el nuevo modo en que los vampiros chupan la sangre a sus víctimas. Si, lo hacen a través de la yugular pero en lugar de desgarrar esta con sus habituales colmillos, aquí ,queriendo pasarse de originales, los seres de la noche tienen una larga uña en su pulgar derecho, que despliegan a voluntad, si bien al principio parece una idea sugerente, cuando en la parte final se suceden sin cesar los ataques vampíricos a golpe de uña, este nuevo sistema alcanza cotas psicotrónicas, cayendo en un ridículo involuntario.
Al abarcar un periodo de tiempo tan amplio sumado al hecho de que ambas se transformaron en vampiro con unos 18 años de diferencia, no hay una justificación fuerte para que el conflicto generacional tenga lugar en el momento que lo describe la película; esto, sumado al hecho de que esta rebelión venga dada por el primer amor deja de ser verosímil al haber transcurrido tanto tiempo, ya que a pesar de ser una madre muy protectora es difícil creer que la protagonista no haya conocido a ningún chico a lo largo de dos siglos. Por último, una frustrada historia de amor atemporal entre dos vampiros queda solo apuntada y se le podría haber sacado mucho más provecho quedando al fin solo en la superficie. Jordan también parece querer imprimir su impronta autoral recreando ambientes del mundo de la prostitución como hizo en su memorable Mona Lisa (1986), pero lo que en el pasado era sórdido y melancólico aquí deviene excusa estética. La parte final de la película alcanza cierto tono delirante al confluir todas las historias y personajes al mismo tiempo en una frenética secuencia de acción con bastante sangre de por medio. Cabe destacar que Jordan parece haber impuesto el tema del gore para demostrar que su fin último es hacer una película de terror, algo que le honra. No quiero decir que el gore sea necesario para una película de género, pero en esta caso la distancia de otras aproximaciones cursis al tema del vampirismo.
Mención aparte merece el nuevo modo en que los vampiros chupan la sangre a sus víctimas. Si, lo hacen a través de la yugular pero en lugar de desgarrar esta con sus habituales colmillos, aquí ,queriendo pasarse de originales, los seres de la noche tienen una larga uña en su pulgar derecho, que despliegan a voluntad, si bien al principio parece una idea sugerente, cuando en la parte final se suceden sin cesar los ataques vampíricos a golpe de uña, este nuevo sistema alcanza cotas psicotrónicas, cayendo en un ridículo involuntario.
Una película recomendable para
completistas del género vampírico y fans de Jordan, a pesar de que ambos pueden
quedarse algo defraudados por ese constante quiero y no puedo que arrastra la
película por momentos. Aun así, destaca en la producción actual gracias a la
elegancia habitual del irlandés.
Alex Turol
Ficha Técnica
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Año: 2012 / Director: Neil
jordan / Productor: Sam
Englebardt, William D. Johnson, Elizabeth Karlsen, Alan Moloney, Stephen
Woolley / Guión: Moira Buffini / Fotografía:
Sean Bobbitt / Música: Javier
Navarrete / Dirección Artística: Bill Crutcher, Martin Goulding / Maquillaje: Chloe Bourke, Lorraine
Brennan, Lucy Browne, Audrey Doyle, Deirdre Fitzgerald, Cerina Knott, Waldo
Mason, Justin Pitkethly / FX:
Kevin Byrne, Neal Champion, Bernard Newton, Kevin Nolan, Scott Peters / País: UK, USA, Irlanda / Duración: 118' / Formato: Codex / Proporción: 2.35: 1 / Color / Presupuesto: £8.000.000
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Ficha Artística
Saoirse Ronan, Gemma Arterton,
Barry Cassin, Sam Riley, David Heap, Warren Brown, Daniel Mays, Ruby Snape,
Thure Lindhardt, Jenny Kavanagh, Glenn Doherty, Gabriela Marcinkova, Edyta
Budnik, Caleb Landry Jones, Uri Gavriel, Jonny Lee Miller, Caroline Johns,
Christine Marzano, Kate Ashfield, Jeff Mash, Ronnie Masterson, Patricia
Loveland, Maria Doyle Kennedy.
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