Hoy recuperamos un artículo publicado en el año 2012 en estas mismas páginas, ¿el motivo?, bueno, principalmente actualizarlo para poder darle una segunda vida, ya que creo que esta producción se lo merece. En fin, vamos al lío:
La necesidad de realizar un remake cuando el original no se distancia ni dos años en el tiempo, sólo se puede entender desde el punto de vista económico de la industria americana de entretenimiento, o bien de su necesidad de ideas que se salgan de los cánones habituales en su manera de entender el cine de género. De todos es sabida mi habitual pereza a la hora de afrontar remakes, por una parte tenemos la inutilidad cinematográfica de muchas de esas obras, por otra mi renuencia a llenar las páginas de El Terror Tiene Forma de meras reseñas de productos ya digeridos, asimilados y desechados hace tiempo, por si fuera poco, en este caso, se sumaba otra importante traba: Déjame Entrar suponía el retorno a primera fila de la producción de la mítica Hammer, retorno que se producía después de años y años de intentos fallidos, o de simples bombas de humo informativas lanzadas para sondear al aficionado y predisponerlo hacia esa resurrección. No entendí muy bien, en su momento, la necesidad de que esta productora escogiera realizar una nueva aproximación a la novela de John Ajvide Lindqvist, después pensé que apostar por un producto de “culto” y adecuarlo a los estándares del blockbuster americano, no era una idea tan descabellada y permitía a la productora minimizar los riesgos, y es bajo este punto de vista desde el cual se ha de mirar e intentar disfrutar de la película.
La necesidad de realizar un remake cuando el original no se distancia ni dos años en el tiempo, sólo se puede entender desde el punto de vista económico de la industria americana de entretenimiento, o bien de su necesidad de ideas que se salgan de los cánones habituales en su manera de entender el cine de género. De todos es sabida mi habitual pereza a la hora de afrontar remakes, por una parte tenemos la inutilidad cinematográfica de muchas de esas obras, por otra mi renuencia a llenar las páginas de El Terror Tiene Forma de meras reseñas de productos ya digeridos, asimilados y desechados hace tiempo, por si fuera poco, en este caso, se sumaba otra importante traba: Déjame Entrar suponía el retorno a primera fila de la producción de la mítica Hammer, retorno que se producía después de años y años de intentos fallidos, o de simples bombas de humo informativas lanzadas para sondear al aficionado y predisponerlo hacia esa resurrección. No entendí muy bien, en su momento, la necesidad de que esta productora escogiera realizar una nueva aproximación a la novela de John Ajvide Lindqvist, después pensé que apostar por un producto de “culto” y adecuarlo a los estándares del blockbuster americano, no era una idea tan descabellada y permitía a la productora minimizar los riesgos, y es bajo este punto de vista desde el cual se ha de mirar e intentar disfrutar de la película.
Déjame Entrar fue dirigida por Matt Reeves, realizador que en el año 2008 sorprendía a propios y extraños con Monstruoso, una película arriesgada, y fallida a mi entender, que sin embargo resucitaba la esencia de las “monster movies” añejas, adecuándola al gusto del público actual, gracias a la ya reiterativa técnica del falso documental o rodaje con cámara en mano. A pesar de las declaraciones efectuadas por Reeves, diciendo que más que un remake lo que pretendía era realizar una nueva adaptación, con un punto de vista diferente y añadiendo algunos elementos de su propia cosecha, la verdad es que cuando visioné el film tuve la impresión de asistir a una repetición de los esquemas y situaciones de la película sueca, eso sí suavizados, mucho más abiertos y con pocas concesiones a la complicación argumental; Reeves no abandona en ningún momento los parámetros y descubrimientos ya marcados en el film anterior, el drama y la historia de un primer amor son los motores de la historia, en segundo plano quedan la esencia monstruosa de la niña y sus actos, por lo tanto el terror o las situaciones terroríficas, tal como las entendemos normalmente, quedan subliminadas a ciertas secuencias que en ningún momento son, o parecen ser, la prioridad del realizador.
La mórbida, gélida y densa historia original queda bastante diluida en esta nueva entrega, dando la impresión de que a pesar de repetir recursos y planos, se opta por aligerar la trama argumental, simplificando su puesta en escena y explicando, quizás en demasía, el cómo y el por qué de la historia o de las situaciones; como ejemplo de esto último podemos resaltar las transformaciones inequívocas de la niña, innecesarias / intrascendentes, ellas solas disipan el aura irreal y sumamente inquietante del argumento, ofreciendo una salida fácil para el espectador.
Es probable que una vez leídas las líneas anteriores penséis que la película no me ha gustado, no es así, el problema es que he caído en vanas e inútiles comparaciones, cosa nada apetecible si lo que se pretende es juzgar por las virtudes, no por las carencias o defectos; con este punto de vista Déjame Entrar se convierte en un film sólido, abordado desde el respeto total hacia la novela original, donde el realizador intenta aportar aristas nuevas a la historia, logra algunos momentos brillantes técnicamente hablando, algún que otro hallazgo visual interesante y se beneficia de unas grandes interpretaciones, tanto de los jóvenes protagonistas como de los personajes secundarios (Elias Koteas ejemplifica esta aseveración); por lo tanto se puede afirmar que Reeves sabe lo que se hace, que tiene talento, sabe plasmarlo en pantalla y, a pesar de que no se arriesga demasiado, sí que intenta dar una vuelta de tuerca a una historia ya conocida.
En definitiva, a pesar de que no se puede obviar la existencia de una película anterior que es casi perfecta y desprende una belleza inusual en su planteamiento, se puede afirmar que la nueva entrega está muy por encima de la media habitual en este tipo de productos; no hay sorpresa que valga, pero funciona lo suficiente para merecer un buen visionado y, quizás, encontrar motivos suficientes para hacerle un hueco en tu colección.
Saludos, amigos/as de El Terror Tiene Forma.
Ficha Técnica
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Año: 2010 / Director: Matt Reeves / Productor: Tobin Armbrust, Alex Brunner, Guy East, Donna Gigliotti, Carl Molinder, Simon Oakes, John Nordling / Guión: Matt Reeves (adaptación), John Ajvide Lindqvist (historia) / Fotografía: Greig Fraser / Música: Michael Giacchino / Dirección Artística: Guy Barnes / Decorados: Wendy Ozols-Barnes / Maquillaje: Georgia Allen, Chad Washam, Jennifer McDaniel, Jo Ann Stafford-Chaney / FX: Brett Cole, Werner Hahnlein, Daniel Holt, Mike Prawitz, Arthur G. Schlosser, Ferry Tjelmeland / Efectos Visuales: Sean Andrew Faden, Mark O. Forker, Gabby Gourrier, Noel Hooper, Charlie Iturriaga, Bradley Parker, Mike Uguccioni / País: UK-USA / Duración: 116m. / Formato: 35mm / Proporción: 2.35: 1 / Color / Página Oficial: www.letmein-movie.com
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Ficha Artística
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Chloë Grace Moretz, Kodi Smith-McPhee, Richard Jenkins, Cara Buono, Elias Koteas, Sasha Barrese, Dylan Kenin, Chris Browning, Ritchie Coster, Dylan Minnette, Jimmy “Jax” Pinchak, Nicolai Dorian, Rebekah Wiggins, Seth Adkins, Ashton Moio, Brett DelBuono, Gwendolyn Apple, Colin Moretz, Rowbie Orsatti, Brenda Wehle, Galen Hutchison, Dean Satriano, Rachel Hroncich, Deborah L. Mazor, Frank Bond, Kayla Anderson, Tobin Espeset, Ben Bode, Juliet Lopez, Jon Kristian Moore.
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