Exótica es la palabra que mejor define a esta co-producción entre la Hammer y Shaw Brothers. Corrían los años setenta y los cambios en los gustos y preferencias de los aficionados al género fantástico habían dado un vuelco de 180 grados, las producciones de la Hammer habían sido desplazadas por películas más contundentes, con terrores más cercanos y explícitos, que exploraban otros ángulos del miedo y el horror.
Kung fu contra los siete vampiros de oro es una película muy entretenida, con buenos momentos de tensión y que, por momentos, puede presumir de una atmósfera muy conseguida.
Es lógico pues, que la veterana productora intentara dar una vuelta de tuerca a uno de sus monstruos más prolíficos (en este caso Drácula), llevando al personaje lejos de su vetusto castillo en Transilvania y colocándolo en una extraña aventura en el lejano oriente. Con este fin la compañía británica llegó a un acuerdo de colaboración con la productora más fuerte en aquellos años en Hong Kong: Shaw Brothers, ésta había encontrado un filón comercial en las películas de artes marciales; gracias al buen hacer de directores como Chang Cheh o Chu Yuan y actores tan emblemáticos como Jimmy Wang Yu o David Chiang, películas como La furia del tigre amarillo (Xin du bi dao, 1971), El luchador manco (Du bei chuan wang,1972) o Los cinco maestros de Shaolin (Shao Lin wu zu, 1974) habían arrasado en los cines de medio planeta, creando una legión de aficionados a éste genero cinematográfico.
La gestación de Kung fu contra los siete vampiros de oro no fue fácil, a la negativa de Christopher Lee de volver a interpretar al Conde Drácula, según algunos por temor a encasillarse (más) en el personaje, según otros horrorizado después de haber leído el guión, se unió a la complejidad de unir en un film dos géneros tan dispares y lejanos entre sí. Para acabar de adobar el asunto el, relativamente, bajo presupuesto adjudicado también suponía una importante traba para el resultado final.
Sea como sea, el argumento ideado por Don Houghton (Drácula ’73, 1972 / Los ritos satánicos de Drácula, 1973), utilizaba la emblemática figura del conde transilvano trasmutándolo en un sacerdote chino que rinde culto a los siete vampiros de oro.
Pero será mejor hacer una pequeña sinopsis para aclarar la historia: un monje chino llega a Transilvania para solicitar la ayuda de Drácula, el motivo del viaje es conseguir que el vampiro mayor le ayude a resucitar a los siete vampiros de oro, un culto demoníaco que mantenía aterrorizada a la aldea de Ping Kuei, pero que por culpa de la intervención de un campesino de la zona ha perdido toda influencia en la población. Como es normal, Drácula, en vez de ayudar al peticionario, se apodera del cuerpo del sacerdote y parte con rumbo a la lejana región, reanudando el imperio de terror. El profesor Van Helsing (Peter Cushing), ayudado por unos hermanos expertos en artes marciales, intentará por todos los medios acabar con la maldición.
Este es el punto de partida de la película, dirigida por un veterano Roy Ward Baker (1916-2010), que con un amplio curriculum a sus espaldas, ya había demostrado su valía en películas como ¿Que sucedió entonces? (Quatermass and the pit, 1967) o Dr. Jekyll & Sister Hyde (1971), Roy vuelve a demostrar sus dotes para lograr productos que, por encima de otras consideraciones, tienen como objetivo prioritario divertir, absorbiendo al espectador en un espectáculo de ritmo bastante rápido, que no se entretiene en dar demasiada profundidad a los personajes, prefiriendo encadenar, a veces sin demasiada justificación, escenas de acción y/o terror en busca de lo mencionado anteriormente: entretenimiento. La fotografía corrió a cargo de John Wilcox y Roy Ford, otros humildes veteranos, que en este caso, no sé si por la falta de presupuesto o de inspiración, realizan un trabajo algo disperso y que abusa demasiado de iluminaciones estridentes, que buscan crear atmósfera o, tal vez, enmascarar los toscos (aunque entrañables) maquillajes de los vampiros y de su ejército de muertos vivientes. Los Fx a cargo del todoterreno Les Bowie, están a la altura del presupuesto, o sea, no brillan demasiado y deslucen un poco el trabajo que ya, por aquel entonces, había acumulado en otras producciones de semejante índole.
En cuanto al reparto es un coctel de actores y actrices, todos ellos emblemáticos en sus respectivos países; por el lado británico tenemos la siempre efectiva presencia de Peter Cushing, que cumple sin mayores problemas con su papel de Van Helsing, dando el tono, siempre necesario, de carisma y magnetismo, pues como Cushing pocos, muy pocos; la bellísima Julie Ege hace lo que puede con su anodino y poco relevante personaje, Robin Stewart o John Forbes-Robertson que realiza una interpretación del Conde Drácula como mínimo peculiar. En el lado chino tenemos la presencia de David Chiang, Szu Shih, guapa y magnética mujer que ya había resaltado en muchos films de la Shaw Brothers y, en especial Shen Chan, este actor Taiwanés se trabaja el doble papel de sacerdote chino y de Drácula con énfasis, logrando momentos bastante potentes.
Especial mención tengo que prestarle a la BSO del film, su compositor, James Bernard, ya nos había deleitado con trabajos en películas tan recordadas como La maldición de Frankenstein (The curse of Frankenstein, 1957), Drácula (Horror of Dracula, 1958) o La leyenda de Wandorf (The gorgon, 1964). En este caso su composición no desentona para nada con los trabajos anteriores, tiene sus momentos melódicos, de gran belleza, que llenan muy bien las diferentes secuencias del film, tiene sus momentos musicales para crear un clima propicio para las escenas de tensión, envolviendo con maestría todo ello para consumar un trabajo brillante y efectivo. Como curiosidad comentaré que en el año 2010 (creo que fue ese año), se puso a la venta una cuidada re-edición de este trabajo; en el CD tenemos la banda sonora al completo, y como extra de lujo la historia narrada por el mismísimo Peter Cushing. Todo un lujazo para los fans de la Hammer.
Pasemos a la película en sí, es innegable que el film, visto hoy en día, tiene muchos fallos y es evidentemente flojo en su concepción visual, pero como siempre digo, a las películas hay que juzgarlas en su contexto correcto; por lo tanto tenemos que ser conscientes de que la película fue rodada en los años setenta, con una Hammer desorientada que intentaba por todos los medios adecuar sus propuestas a los nuevos tiempos, y que luchaba a brazo partido para evitar tener que cerrar sus puertas definitivamente, esta situación provocó que el film no tuviera un presupuesto acorde con lo que se pretendía filmar, por lo que el resultado final se resiente considerablemente. Dicho esto, Kung fu contra los siete vampiros de oro, sigue siendo una película muy entretenida, con buenos momentos de tensión, con buenas interpretaciones y que, por momentos, puede presumir de una atmósfera muy conseguida, no son pocos elementos positivos para una producción tan arriesgada en su planteamiento, y, creo, que todo aficionado al cine fantástico debería, por los menos una vez en su vida visionarla y disfrutarla sin ningún tipo de prejuicio, evitando comparaciones odiosas, injustas y también inútiles con otras películas.
En definitiva, un producto exótico, con elementos del terror británico de toda la vida y con buenas dosis de artes marciales que, sin duda, la convierten en toda una experiencia para el espectador.
Ficha Técnica
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Año: 1974 / Director: Roy Ward Baker, Cheh Chang (sin acreditar) / Productor: Don Houghton, Vee King Shaw, Run Run Shaw, Runme Shaw / Guión: Don Houghton / Fotografía: Roy Ford, John Wilcox / Música: James Bernard / Edición: Chris Barnes / Dirección Artística: Johnson Tsao / Maquillaje: Yen-Lieng Peng, Hsu-Ching Wu / FX: Les Bowie / País: Uk, Hong Kong / Duración: 83m. / Formato: 35mm / Proporción: 2.35: 1 / Color
Título V.O.: The legend of the seven Golden vampires, The 7 brothers meet Dracula, Los siete vampiros de oro, Dracula and the seven golden vampires
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Ficha Artística
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Peter Cushing, David Chiang, Julie Edge, Robin Stewart, Szu Shih, John Forbes-Robertson, Robert Hannah, James Ma, Shen Chan, Hui-Ling Liu, Chia Yung Liu, Han Chen Wang, Tien Lung Chen, Hak On Fung, Pai-chen Yang. Sin Acreditar: Chuan Chen, David de Keyser, Chi Cheng Ho, Hsia Hsu, Ha Huang, Pei Chi Huang, Chun Fai Lau, Hoi Sang Lee, Wai Lo, Te Hsiang Teng, Chiang Wang
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