Dentro de muy poco tiempo podremos ver la nueva adaptación cinematográfica realizada de la novela El Monje. Publicada en el año 1796 y escrita por Matthew G. Lewis a la tierna edad de veinte años, esta novela se ha convertido en uno de los referentes más mencionados para definir y ensalzar lo que es y lo que representa la literatura Gótica. La historia que nos cuenta no tiene demasiada complicación: Ambrosio, un monje español virtuoso y piadoso, es tentado por el demonio que ha adoptado, para la ocasión, forma de mujer. La seducción y posterior caída en el libertinaje, arrastran al monje a una espiral de decadencia, pecado y muerte que lo conduce, irremediablemente, a las acogedoras manos de la Inquisición. Condenado a muerte, consigue escapar de su destino vendiendo su alma al diablo.
Como podéis ver los ecos del Faust de Goethe son evidentes (una versión primeriza de la obra se había publicado en el año 1790), no es de extrañar, el joven Matthew había pasado un año en Alemania estudiando el idioma, aprovechando la situación para leer cualquier novela de misterio o terror que cayera en sus manos. Esta afición caló profundamente en nuestro protagonista, y pocos años después ya tenía a punto la novela que hoy nos ocupa.
El Monje presenta muchas señales de identidad propias de la literatura Gótica, pero su texto desgrana no pocas variaciones sobre el tema; fuerza los límites del género hasta el límite, no se pone ninguna barrera al desenfreno y la caída en desgracia del protagonista, por lo que su lectura es un amplio catálogo de perversiones y maldades: incesto, adulterio, pactos satánicos, súcubos, torturas y crimen, conforman un todo verdaderamente transgresor, por lo que el libro pronto fue condenado por las fuerzas morales y adoctrinadoras de la época, acusándola de corruptora, blasfema, hereje, impía y libertina, no obstante, esta oposición, no evitó que la novela fuera un gran éxito, y se re-editara en varias ocasiones.
La novela no es fácil de leer, o más bien, tendría que decir, que tiene momentos muy densos que se hacen algo pesados, combinados con otros capítulos que son verdaderamente rápidos y contundentes. Esta dualidad es muy normal en el gótico, la constante lucha entre el bien y el mal, lo natural y lo sobrenatural, el pecado y la redención, son el eje de muchas novelas de esa época, y si bien las partes escabrosas o sobrenaturales están soberbiamente descritas y son muy intensas, las partes más “normales” tienden a caer en una especie de folletín sentimental, muy a menudo intrascendente.
Vista con ojos actuales, El Monje, ha perdido buena parte de su carácter transgresor y escandaloso, es normal, vivimos unos tiempos extraños por la inmediatez de la comunicación, los valores morales han cambiado sustancialmente y los resortes del escándalo y la transgresión son bastante más difusos, pero no deja de ser curioso, que los dos temas principales de la obra, la moral y la religión, sigan siendo baluartes que juzgan y condenan todo aquello que no esté integrado en sus parámetros doctrinales, por lo tanto se puede deducir que aunque han pasado muchos años desde la publicación del libro, hay opiniones que todavía resultan sumamente incómodas y que siguen levantando ampollas en los garantes de la moralidad actual.
La novela ha tenido dos versiones cinematográficas anteriores a la que ahora nos llega. En el año 1972 se estrenó Le moine, película dirigida por Adonis Kyrou y protagonizada por Franco Nero (en el papel de Ambrosio), Nathalie Delon, Nadja Tiller y Nicol Williamson, como curiosidad decir que Luis Buñuel estuvo involucrado en su libreto. La segunda adaptación está fechada en el año 1990, su título: El fraile, fue dirigida por Francisco Lara Polop, sus intérpretes principales fueron Paul McGann, Sophie Ward, Isla Blair y Aitana Sánchez-Gijón.
El film que ahora nos llega está dirigido por Dominik Moll, interpretado por Vincent Cassel (Ambrosio), Déborah François, Joséphine Japy y Sergi López. Su presupuesto ha rondado los 11 millones de euros. El recientemente fallecido Jordi Dauder, tiene una de sus últimas apariciones, sirva también este artículo como un recordatorio a una excelente trayectoria profesional y un reconocimiento a una persona íntegra, siempre dispuesta a luchar por sus ideales. Descanse en paz.
La mejor edición que se puede encontrar en nuestro país de la novela fue publicada por Valdemar (como siempre) en su colección Valdemar Gótica.
Bueno amigos/as de El Terror Tiene Forma, por hoy ya está bien, mañana más.
Saludos.
