PAUL VERHOEVEN
Jordi Revert
Jordi Revert
En
la historia del cine encontramos una larga lista de realizadores europeos que
encontraron su éxito en Hollywood. Sin embargo, pocos casos hay tan llamativos
como el de Paul Verhoeven. Desde sus
primeras películas holandesas, Verhoeven se mostró como un cineasta
comprometido con violentar la mirada del espectador, agredirla para hacerle
consciente de la fragilidad de nuestra realidad. Su salto al cine
estadounidense, lejos de suponer un adocenamiento, confirmó su fuerte
personalidad como director, al tiempo que cosechaba enormes éxitos con títulos
como "RoboCop", "Desafío total" o "Instinto básico".
Películas nunca ajenas a la provocación y a un empeño por romper las reglas que acabaría costándole caro. Esta es la historia de un viaje de ida y vuelta de un autor salvaje e inconformista. Un francotirador que disparó desde las entrañas mismas del "blockbuster". Un holandés errante recordándonos la importancia de cuestionar cualquier certeza.
Películas nunca ajenas a la provocación y a un empeño por romper las reglas que acabaría costándole caro. Esta es la historia de un viaje de ida y vuelta de un autor salvaje e inconformista. Un francotirador que disparó desde las entrañas mismas del "blockbuster". Un holandés errante recordándonos la importancia de cuestionar cualquier certeza.
RIDLEY SCOTT
Jorge Fonte
Jorge Fonte
El
de Ridley Scott es, en principio, un
caso poco común en la historia del cine. Su filmografía (con 23 títulos, hasta
el momento) cuenta con dos obras,
"Alien, el octavo pasajero" (1979) y "Blade Runner" (1982), cuya fama, éxito y calidad
artística han superado e, incluso, sobrepasado a su propio director. Mientras
que el resto de sus películas apenas ha despertado el interés de los
historiadores. Y eso a pesar de ser títulos de la calidad de "Los duelistas" (1977), "Thelma & Louise" (1991), "Gladiator" (2000), "El reino
de los cielos" (2005) o "American
Gangster" (2007). O tal vez, porque también es autor de otros films de
dudosa maestría, como "Black
Rain" (1989), "La teniente O'Neil" (1997) o "Un buen año" (2006).
Nos encontramos ante una carrera amplia y variada, con algunos altibajos y alguna que otra obra poco acertada, pero que, en líneas generales, nos presenta a uno de los directores más personales e interesantes del cine contemporáneo. Ya por sí sola esta dicotomía lo hace, a nuestro entender, un cineasta absolutamente relevante a la hora de adentrarnos en su cine con la intención de analizarlo en profundidad y darle forma a este estudio sobre su obra.
Nos encontramos ante una carrera amplia y variada, con algunos altibajos y alguna que otra obra poco acertada, pero que, en líneas generales, nos presenta a uno de los directores más personales e interesantes del cine contemporáneo. Ya por sí sola esta dicotomía lo hace, a nuestro entender, un cineasta absolutamente relevante a la hora de adentrarnos en su cine con la intención de analizarlo en profundidad y darle forma a este estudio sobre su obra.