Bueno ya tenemos
aquí la tercera parte de Human Centipede
y, visto lo visto, el bueno de Tom Six podría haberse ahorrado todos sus esfuerzos 'escatologore'
y dedicarse a imaginar otras historias un poco más interesantes. No voy a
perder demasiado tiempo con esta nueva entrega, pero creo conveniente avisar a
todos los amigos/as de El Terror Tiene Forma de que la
propuesta presentada es sonrojante, bochornosa y aburrida a morir, pero vamos
por partes. Primero nos encontramos con un guión (por llamarlo de alguna
manera), escrito por el propio Six mientras realizaba sus tareas matutinas de
limpieza intestinal, que no busca otra cosa que retorcer la idea original, que
a estas alturas ya está más seca que la mojama, con el objetivo de incomodar,
provocar y llegar al delirio más absoluto y bizarro, ¿objetivo cumplido? pues
puede decirse que sí ya que el nivel alcanzado en estupideces, frases sin
sentido y aberraciones varias es absolutamente mareante; es lógico pensar por
parte del director que rizar el rizo y dar a la historia un aire auto paródico, más bien de comedia sin gracia, podría aguantar todo el metraje,
pero visto desde el punto de vista del espectador el resultado es aburrido y
previsible.
La película gira alrededor de los dos actores que daban vida a los
protagonistas de las anteriores entregas es decir Dieter Laser y Laurence R.
Harvey, re-encarnados respectivamente en el alcaide Bill Boss y su ayudante
Dwight Butler, con lo cual se pretende crear una especie de 'tour de force'
interpretativo entre ambos y lograr que encadenen con éxito las sucesivas idas
de olla del realizador, el problema, por lo menos para mí, es que el invento no
funciona ya que los dos personajes están vacios de contenido e interés, cosa
bastante normal pues se encuentran encorsetados en unos diálogos y reacciones
de besugos quedándoles el recurso del histrionismo más demencial (en especial
el pobre Dieter Laser) para salvar
la función en la medida de lo posible. Dicho esto podéis imaginaros la
secuencia narrativa: entre aullido y aullido del Boss (realmente insoportable
el nivel de decibelios utilizado) y diferentes discursos intrascendentes de
filosofía vital idiota se insertan pequeñas secuencias gore para demostrar lo
loco, sádico y absolutamente malvado que es el tipo; de esta manera y entre trompicones
pretendidamente efectistas avanza el film hasta llegar a su parte final donde
el ciempiés humano (más largo que nunca) hace acto de presencia.
Otros puntos a
tener en cuenta: la banda sonora es intrascendente ¿existe?, la fotografía está
bien pensada pues predominan los tonos naranja para dar la sensación al
espectador del calor que achicharra los muros de la prisión y vuelve a todos
medio locos, por último mencionar la presencia de varios secundarios bastante
conocidos: Eric Roberts, Robert LaSardo, ClaytonRohner, Tommy 'Tiny'
Lister y la actriz porno Bree Olson,
también aparece en alguna secuencia el propio Tom Six que por cierto es un pésimo actor.
Como última
reflexión sería bueno recordar que para que una película con una idea tan
provocativa y original (en su momento) funcione de verdad necesita de muchos
elementos diferentes que protejan los desvaríos del director y les den una
patina de credibilidad, pues la credibilidad (por loca que esta sea) es el
elemento que verdaderamente crea incomodidad y mal rollo en el espectador, por
eso la primera entrega funcionaba muy bien, la segunda perdía un poco de fuelle
a pesar del salvajismo llevado al extremo de sus fotogramas y la tercera es un
completo fiasco que nos podríamos haber ahorrado todos, la única buena noticia
es que parece ser que ya no habrá ninguna continuación más, o por lo menos eso
quiero creer. En fin, una burrada cansina que ha perdido la gracia y el poder
de incomodar, donde el rollo malsano se ha convertido en un espectáculo grotesco
e inclasificable y que entronca directamente con las comedias de sal gruesa sin
puta gracia, lamentable.
Bueno amigos/as
para recuperarme de este descalabro cerebral voy a tomarme una cervecita bien
fría y a visionar otra película, a ver si entre una cosa y otra recupero la
'supuesta' normalidad que rige mi vida. Saludos y cuidado con la calor que
juega malas pasadas y si no que se lo pregunten a Six y Laser.