Thinneres una obra escrita por Stephen King, bajo el pseudónimo de Richard Bachman, en el año 1984; a
pesar de que es considerada por muchos como un trabajo meramente alimenticio,
para mí, la historia tiene suficientes puntos de interés para dedicarle unas
líneas en estas páginas. Stephen King,
debido a su incontinencia literaria y aconsejado por sus editores que
consideraban que el público y el mercado estaba completamente saturado de sus
obras, decidió inventarse un pseudónimo que le sirviera para desahogar sus ansias
creativas, de esta manera entre 1977 y 1984 (principalmente, ya que en el año
1996 y 2007 volvió reincidir con un par de libros), se sucedieron sin
interrupción varios títulos que enumeraré por orden cronológico: Rage (Rabia, 1977), The Long Walk (La larga marcha, 1979), Roadwork (Carretera Maldita, 1981), The Running Man (El Fugitivo, 1982) y Thinner (Maleficio, 1984); todas ellas tienen, por un motivo u
otro, puntos de interés para el lector pero se podría señalar como una
constante en que básicamente son pequeñas ideas superficiales, con un
desarrollo más ligero (todos sabemos cómo le gusta alargar sus creaciones al
bueno de King) y que destilan un poso más cruel y depresivo (más que depresivo
podría decirse que desesperanzado) que les dan un punto diferenciador respecto
al trabajo, digamos, oficial de este escritor.
Pero vamos con Thinner que a la postre es la
protagonista del artículo de hoy; el argumento es sencillo:
Bill Halleck,abogado de cierto éxito que ejerce en una pequeña ciudad se ve envuelto en un accidente de tráfico que provoca la muerte de la hija de Taduz Lempke, un patriarca gitano, que cuando constata que el juicio ha sido amañado por las fuerzas vivas de la ciudad y Bill sale libre y sin cargos del mismo, decide vengarse por medio de un maleficio o "mal de ojo" sobre las tres personas implicadas en los acontecimientos: el juez, el policía que investigó el accidente y el conductor. A partir de ese momento Bill, hombre de grandes proporciones y devorador compulsivo de toda clase de comida, comienza a adelgazar de manera constante y pronto entiende que si quiere sobrevivir tendrá que enfrentarse a Taduz.
Como podéis ver el argumento parte de una idea sencilla donde la venganza es el eje de la
narración, a partir de ahí se entrecruzan diferentes ideas que el autor quería
destacar ( tampoco muy novedosas) pero que sí ofrecen una buena consistencia
literaria al invento; de esta manera se señala el racismo, se descubren las
pequeñas miserias del entorno de una ciudad básicamente pequeña en la cual
todos se conocen (avaricia, celos, engaños, infidelidades...), se pone énfasis
en la corrupción y protección hacia unos de sus miembros y se tiñe todo de una
atmósfera sobrenatural y ancestral centrada en la caravana de gitanos, su viejo
líder, sus maneras de vivir y sus particulares rituales mágicos. Todos estos
elementos nos ofrecen una buena novela de terror que no resalta por nada pero
que tampoco decepciona en su acabado, regalando además dos ideas bastante
acertadas: el hombre blanco no luchará con magia sino con violencia física,
encarnada en un viejo cliente del abogado que es por supuesto un mafioso de la
vieja escuela; por otro lado también resalta la crueldad del desenlace donde la
solución al maleficio se convierte en el final del camino para todos los
implicados.
Como casi todas las obras publicadas de este autor, Thinner,
tuvo su adaptación cinematográfica; producida por la Paramount en el año 1996 con
un presupuesto de 14 millones de dólares, dirigida por Tom Holland (Noche de miedo,
1985 / Muñeco Diabólico, 1988), con
nombres propios en los FX y el maquillaje como Roland Blancaflor, Ken Estes,
Miles Teves o Greg Cannom e interpretada por Robert
Joe Burke, Joe Mantegna, Michael Constantine, Lucinda Jenney, John Horton y un cameo despistado del propio Stephen King, la película no se separa en demasía de la obra
original y funciona bastante bien si no se le buscan los tres pies al gato;
sorprende que Holland pretenda incluir algún punto humorístico (sin
conseguirlo), que abuse de primeros planos y de que no consiga encontrar el
ritmo adecuado, pero aún así, gracias a unos momentos acertados dispersos
durante el metraje, un buen trabajo de FX / maquillaje, una indudable solidez
visual y al hecho de que se respete (más o menos) el final original, el film
consigue su propósito: entretener y puede considerarse una pequeña muestra de
cine B de género.
Buenos amigos/as de El Terror Tiene Forma, cuidado con las dietas inducidas por maleficios y
sed buenos, que paséis un buen domingo. Saludos!