Under the Skin es un ejercicio inofensivo de pirotecnia visual y argumental dentro de una historia de Ciencia-Ficción convencional.
Siempre me he acercado con mucha
precaución a las obras catalogadas, por algunas mentes pre-claras situadas en
un pedestal por encima del bien y del mal, como 'de autor' o definidas como
'una película profunda con múltiples lecturas y hermosa en su planteamiento
estético', y es que entre toda la marabunta de autores que pretenden seguir las
enseñanzas de los Greenaway, Von Trier, Lynch y demás pesos pesados de la pesada
intelectualidad cinematográfica, hay pocos que puedan presumir de ser innovadores
en su propuesta. No me entendáis mal, soy el primero que puede disfrutar con
una película arriesgada, pero para que eso ocurra tengo que tener delante un
film que no sólo se interne en caminos retorcidos y sea impecablemente
fotografiada, también necesito ambigüedad en los planteamientos que permita al
espectador trazar múltiples y espinosos caminos dentro del texto base, un sólido guión que no sólo arañe
las primeras capas de la epidermis y un desarrollo visual que no se conforme
con explotar un hallazgo más allá de los límites de la reiteración soporífera.
Under the Skin, la película que
hoy nos ocupa, es un ejercicio inofensivo de pirotecnia visual y argumental
que, en circunstancias normales, no tendría que haber pasado de mediometraje,
pero que por obra y gracia de la reiteración visual, sonora y argumental
alcanza unos 108 minutos de extrema pesadez, convirtiéndose en un bucle
infinito de tono videoclipero y pretensiones Lynchianas. Dirigida por Jonathan
Glazer, en la que es su tercera incursión en el largometraje, se nos presenta
una bastante usual en su planteamiento pero no en su exposición; la sinopsis es la siguiente:
se nos muestra la llegada a la tierra de una extraterrestre depredadora, que después de enfundarse (literalmente) en una piel humana se mezcla entre ésta raza, para observar sus costumbres sociales, sus complejas reacciones a su entorno y sus debilidades, todo ello con el objetivo de alimentarse. Pero poco a poco la alienígena comprende y empatiza con los seres que la rodean, humanizándose hasta el extremo de perder su esencia depredadora.
Es obvio que la naturaleza de la película
parte de una postura antropológica donde el eje o núcleo se encuentra en la
transformación del personaje central, más allá de esta reflexión la película se
pierde en un laberinto de imágenes e ideas (algunas repetidas hasta la
saciedad), que aderezadas con un ritmo pausado, por no decir intolerablemente
lento, y diálogos pretendidamente profundos pero muy básicos en su desarrollo,
dejan bastante claro que su realizador quiere experimentar con las imágenes,
los sonidos, la banda sonora y con cualquier elemento que le permita poner el
pie en un surrealismo de andar por casa y un rollo malsano en apariencia,
poniendo este objetivo por encima de cualquier otra consideración, con lo cual
el resultado final es bastante tedioso y el film se hace bastante duro de
tragar.
La película no tiene ritmo y eso
se convierte en su mayor pecado pues, por lo menos para mí, las tribulaciones
de la extraterrestre dejaron de interesarme al cuarto de hora, a partir de ese
momento tengo que reconocer que desconecté bastante y ni siquiera los breves
momentos en los cuales el director rompía el cansino tempo lograron despertarme
de mi letargo. No quiero acabar este post sin mencionar a Scarlett Johansson,
la protagonista del film ha tenido muy buenas críticas por su trabajo, yo creo
más bien que habría que ensalzar su santa paciencia para intentar dar algo de
vida a su personaje, y si hay que ser justos también se puede decir que ella
solita consigue mantener una vacilante llama de interés y vida en el
interminable metraje del film. Se me olvidaba, Under the skin fue rodada en
Escocia, por lo que sus majestuosos paisajes se convierten en parte importante
del tono frío y extraño del film.
Bueno amigos/as de El Terror
Tiene Forma, Under the Skin es un experimento fallido a medio camino entre
Kubrick y Lynch que pretende ser extraña, bizarra y morbosa, pero que si la
despojamos de su parafernalia surrealista se convierte, como por arte de magia,
en una película más y encima bastante superficial.
Saludos y protegeros de este abominable
calor revienta neuronas.
¿te apetece ver otro post relacionado? Pincha Aquí