Para hablar de los crímenes de
estos dos seres, es necesario que analicemos los hechos desde la perspectiva de
Karla Homolka. Ella nació en Canadá
a principios de la década de los 70. Fue criada con mucho amor, cariño y además
era respetada tanto por su familia como por su círculo de amigos. Durante la
etapa de su adolescencia, mostró un amor desmedido por los animales. Tanto así
que abandonó el colegio y comenzó a laborar en una veterinaria.
Era insospechable que alguien
pensara que esa tierna chica en pocos años, se transformara en una de las asesinas en serie más temidas de la
región norte del continente americano.
Fue precisamente en un evento
relacionado con los cuidados veterinarios, cuando conoció a Paul Bernardo, un año antes de cumplir la mayoría de edad. Desde
el primer día que se conocieron, su unión se hizo prácticamente indestructible.
Pronto se dieron cuenta de que compartían las mismas aficiones sádicas.
Al paso de los años, la relación
entre ambos se fue haciendo más violenta y permisiva. A tal punto grado que Bernardo tenía “permiso” de salir por
las noches con el propósito de encontrar a sus víctimas.
Éstas regularmente eran mujeres
solas que viajaban en transporte público.
Paul se escondía en una locación cercana a la estación y se aproximaba a
una de estas damas, violándola sin miramientos.
Las autoridades comenzaron a
identificar varias similitudes en el modus operandi de ese violador
desconocido, al que únicamente se le conocía como el 'transgresor de Scarborough'
(este lugar se encuentra dentro de la provincia de Toronto).
Luego Paul Bernardo quiso que Karla convenciera a Tammy su hermana menor
de edad (15 años), de tener un encuentro amoroso con él. La pareja planeo todos
los acontecimientos meticulosamente. Durante una cena realizada el 23 de
diciembre, ambos suministraron a la joven algunas pastillas para dormir
camufladas en una bebida que combinaba ron y huevo, posteriormente drogaron a
la joven con halotano (un anestésico muy común por esos años) y la condujeron
al sótano, sin que nadie de los asistentes se percatara de ello.
Allí Bernardo la violó hasta que
la chica comenzó a convulsionar para finalmente (a pesar de los intentos de
reanimación de la pareja) ahogarse con su propio vómito. Las sustancias
psicotrópicas que se usaron en el cóctel para drogar a Tammy no fueron
descubiertas durante la autopsia y la policía dictamino muerte accidental por
ingesta de alcohol, como consecuencia de este hecho Bernardo y Karla quedaron
libres de toda sospecha y continuaron con su carrera de violaciones y
asesinatos.
Karla
Homolka luego de lo sucedido comenzó a buscar a otra chica que sustituyera a su difunta hermana
en los “juegos” que planteaba Paul
Bernardo. La suplente ideal fue una joven de nombre Jane, quien fue
engañada de manera similar y conducida hasta “la boca del lobo”.
Quizá la única diferencia entre
estos dos casos, es que Jane afortunadamente sobrevivió al ataque. Hoy se sabe
que los sucesos ocurridos esa noche, quedaron grabados en una cinta de vídeo.
Suponemos que la sádica pareja quería “guardar esos recuerdos” a modo de obras cortas preservadas para la posteridad en formato de cinta analógica.
El 29 de junio de 1991,Karla Homolka y Paul Bernardo se unían en sagrado matrimonio. La boda se llevó a
cabo en un sitio cercano a las cataratas del Niagara. Fue un suceso parecido a
los ocurridos dentro de un cuento de hadas, ya que los novios fueron
transportados en una carroza tirada por caballos.
Luego de este acontecimiento,
parecía que las aguas por fin se tranquilizarían. Sin embargo, luego de ocho
meses la pareja volvería a matar. Esta vez la seleccionada fue una adolescente
de nombre Kristen French.
Al salir de misa Homolka la condujo a su auto, con el
pretexto de que había extraviado su mapa y necesitaba instrucciones para llegar
a una dirección. French fue cruelmente torturada hasta que falleció. La policía
encontró su cadáver en una cuneta localizada a las afueras de Burlington.
Menos de dos años después de
haberse celebrado el casamiento, la unión fue disuelta pues Homolka alegó maltrato. Mientras tanto,
la policía de Canadá con la ayuda de lo más avanzado en la tecnología, fue
capaz de asignarle un rostro al transgresor de Scarborough.
Rápidamente uno de los conocidos
de Paul Bernardo señaló que el
dibujo se parecía a su amigo. El cuerpo policial no dudó en seguir esa pista y
pronto arregló una entrevista con Bernardo. En ese interrogatorio él les
facilitó las pruebas necesarias (una serie de muestras salivales), las cuales a
la postre servirían para condenarlo.
Después la policía interrogó a Karla Homolka sobre varios asuntos
relacionados. Sin embargo, lo que hizo que las autoridades verdaderamente se
fijaran en ella, fue que el día del interrogatorio Karla portaba un reloj
idéntico al que tenía Kristen French el día en que desapareció.
Karla al verse acorralada, pensó
que la mejor opción era llegar a un trato con las autoridades. Al poco tiempo
Bernardo fue capturado y en el registro de su hogar se descubrió un diario que
contenía detalles sobre los horrorosos
asesinatos. El acuerdo al que llegó Homolka
sorprendió a más de uno, pues por su testimonio, únicamente sería condenada a
purgar una condena de 12 años con opción de salir bajo caución al cumplir un
cuarto de la misma.Transcurrido ese lapso estaba en posibilidades de solicitar
la libertad condicional.
Dicho de otra manera, Karla
únicamente debía pasar tras las rejas tres años y medio.
Aún y cuando la defensa de Paul Bernardo mostró cintas a la
fiscalía en donde se podía apreciar a Karla siendo partícipe de las torturas,
los fiscales se negaron a juzgarla por los crímenes dado que ya habían firmado
un acuerdo.
Al concluir el proceso legal, el
único culpable de todo lo ocurrido era nada más y nada menos que Bernardo quien
fue condenado a pasar el resto de su vida tras las rejas en septiembre del 95.
Homolka
solicitó su libertad condicional
en 2001. Sin embargo, esta petición le fue negada debido a que la junta
directiva determinó que no era una persona que estuviera lista para
reintegrarse a la sociedad.
Finalmente en 2005 Karla fue
liberada de la cárcel, no sin antes imponerle una serie de requisitos
estrictos. Entre ellos figuran: El notificarle a la policía de cualquier cambio
de domicilio o de su propio nombre. Asimismo, tiene prohibido acercarse a
personas menores de edad. Actualmente Karla vive en las Antillas en una ciudad
desconocida con sus tres hijas y su marido actual.
Karla
(2006), Color, 99'
Director: Joel Bender
Guión:ichael D. Sellers, Manette
Rosen, Joel Bender
Fotografía:Charles
Mills
Banda Sonora:Tim
Jones, Shawn K. Clement
Reparto:Laura Prepon, Misha
Collins, Patrick Bauchau, Emilie Jacobs, Alex Boyd, Carole Ita White, Fiona
Manners, Shawn Hoffman, Adam Lieberman, Cherilyn Hayres.