"La Llamada es una película maldita, que debería ser sacada del ostracismo en el cual está sumergida..."
Como esta semana voy muy liado con otros temas, he decidido recuperar un post publicado en el año 2012, por supuesto lo he actualizado y puesto al día. Espero que os guste.Hoy traigo a El Terror Tiene Forma una de esas películas que goza de mucho culto pero que muy poca gente a podido ver; en los años sesenta España no puede decirse que fuera terreno abonado para las producciones de genero fantástico y de terror, sin embargo un puñado de obras pueden considerarse como las precursoras que propiciaron la explosión de este género en los setenta. Películas como Gritos en la Noche (1961) de Jesús Franco, El Sonido de la Muerte (1965) de José Antonio Nieves Conde, La Marca del Hombre Lobo (1968) de Enrique López Eguiluz o Malenka (1969) de Amando de Ossorio entre otras, habían plantado la semilla del fantástico en nuestro país, en medio de ellas, como quien no quiere la cosa, y sin hacer demasiado ruido nos encontramos con el film protagonista del post de hoy: La Llamada (1965) del director catalán Javier Setó; este realizador era un modesto artesano del cine no vinculado al género que tanto nos gusta, que cuenta en su filmografía con películas como La Saeta Rubia (1956) o Pan, Amor y… Andalucía (1958), con lo que ya os podéis hacer una idea bastante exacta de cómo se ganaba el pan nuestro hombre. Por este motivo es fascinante la singularidad dentro de su carrera de una película como La Llamada, que es sin duda el proyecto más personal del realizador; el film es una historia de amor al uso con gotas de drama dentro de un contexto sobrenatural y fantasmagórico, que la dotan de entidad propia y la desmarcan del resto de trabajos del director.
Vamos con la sinopsis: Pablo (Emilio Gutiérrez Caba) es un joven universitario perdidamente enamorado de Dominique (Dyanik Zurakowska). La chica debe volver a su país (es de origen francés) para pasar las vacaciones de Navidad con su familia, así que la pareja se separa prometiendo reencontrarse una semana después. El avión que transporta a la chica tiene un accidente y mueren la mayor parte de sus ocupantes. Pablo, loco de dolor, intenta por todos los medios averiguar si Dominique se encuentra entre los supervivientes, pero todo señala que ha fallecido en el mismo. Sin embargo unos días después recibe una llamada de la chica asegurándole que se encuentra bien y que dentro de pocos días irá a visitarlo a Madrid. A partir de ese momento extraños acontecimientos rodearán a la pareja, ya que Dominique no parece ser la misma.
Como es obvio la historia gira en torno al amor de la pareja de marras y es justo advertir que los primeros veinte minutos (más o menos) de la película son bastante lentos o intrascendentes, pues se limitan a enseñarnos lo felices que son y lo bien que se lo pasan, a partir de la mitad del film la cosa se va animando paulatinamente, conforme los elementos sobrenaturales van tomando fuerza y peso en la historia, hasta desembocar en un final gótico, barroco y trágico a partes iguales.
El film está rodado en un sobrio blanco y negro, con un estilo muy correcto y funcional que demuestra el dominio de la técnica narrativa de Javier Setó, este estilo es parte importante dentro de la funcionalidad del film, pues aúna elementos y/o técnicas dispares que transmiten la esencia necesaria para que el film funcione correctamente; es conveniente resaltar que tanto las partes más “terroríficas” como las más anodinas, están impregnadas de un aura de irrealidad fría, húmeda, que anticipan y consolidan constantemente el desenlace de la obra, advirtiendo que todo (o nada) de lo que estamos viendo está sucediendo, pues se juega tanto con los elementos sobrenaturales como con la posible locura del protagonista, con lo cual el desarrollo del argumento es bastante creíble. Esta característica es primordial a la hora de afrontar la película, yo personalmente me la tomo como una ensoñación, como un grito desesperado por aquello que se ha perdido, como la búsqueda de algo (la imaginación, el amor, la inocencia…) que se escurre entre los dedos de la realidad y nos deja solos y postrados; es una visión muy personal, ya lo se, pero prefiero esta idea antes que aferrarme a un elemento más, digamos, sobrenatural, pues si tengo que juzgar el film por su presumible inclusión dentro del género fantástico más puro, entonces la película pierde algunos puntos de interés, considero que los resortes sobrenaturales no están bien llevados y adolecen del ritmo necesario siendo más bien una excusa antes que un vehículo, para hilvanar el global del film.
En cuanto a la labor interpretativa todos están más que correctos, pero no me resisto a señalar la fría belleza de Dyanik, que ofrece un registro muy acorde con la historia y la aparición del gran Víctor Israel, sublime en su pequeña aparición en pantalla.
La Llamada es una película maldita, que debería ser sacada del ostracismo en el cual está sumergida, no es perfecta pero no deja de ser una brillante perla de nuestro cine y, aunque parezca mentira, anticipa algunas situaciones y secuencias (el momento que todo queda en silencio alrededor del protagonista) que posteriormente se utilizarían mucho en nuestro cine fantástico.
Bueno amigos/as, por hoy ya es suficiente.
Saludos!!!
Ficha Técnica
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Año: 1965 / Director: Javier Setó / Productora: Hermic Films SA / Guión: Javier Setó, Paulino Rodrigo Díaz / Fotografía: Francisco Sánchez / Música: Gregorio García Segura / Maquillaje: Regina Ortiz, Adolfo Ponte / FX: Luis Castro / País: España / Duración: 88m. / Formato: 35mm / Proporción: 1.33: 1 / B/N
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Ficha Artística
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Emilio Gutiérrez Caba, Carlos Lemos, Dyanik Zurakowska, Paco Morán, Tota Alba, Víctor Israel, Jorge Alsina, Ana Godoy, Sun De Sanders, Daniel Blum.
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