En el año 1975 llegaba a los cines Tiburón (Jaws) y medio mundo descubrió un terror muy real y visceral, tanto fue el impacto del film que estoy seguro que muchas zonas costeras vieron reducidos sus ingresos radicalmente, y es que casi nadie tenía ganas de pegarse un baño en el mar; después de ese simpático escualo muchas producciones llegaron a las pantallas de todo el mundo con similares planteamientos, algunas acertadas, otras dignas de ser visionadas y gran cantidad de ellas meros clones de la original. Me gustan mucho los films de estas características, me lo paso muy bien con los salvajes ataques de estos animalitos y, como es normal, no dudé ni un momento en dedicarle 90 minutos de mi vida a Shark Night 3D, gran error y gran desperdicio de tiempo y dinero.
La propuesta presentada por el director David R. Ellis, recordareis Destino final 2 (2003) o Serpientes en el avión (2006), junto a los guionistas Will Hayes y Jesse Studenberg, es, como mínimo, plana, llana y lamentablemente mema. Partiendo de influencias tan loables (pero no aprovechadas) como La Matanza de Texas o Jaws, el film que hoy nos ocupa es una sucesión de escenas, a cada cual más absurda, donde lo mejor es ver como van siendo masacrados los insufribles niñatos que protagonizan el film, masacrados, of course, por una increíble fauna marítima (varias especies de escualos y algún que otro bicho feo a rabiar) digna de un reportaje del National Geographic. Entre medio de los mordiscos y desgarros, se desvela la trama central, que no voy a desvelar para no incurrir en spoiler, pero lo que sí puedo asegurar que es absolutamente espectacular dentro de la nada más absoluta, pues el gran secreto es, ni más ni menos, un complot diseñado para enriquecerse por tres lugareños, que enarbolan orgullosos la bandera de “mastuerzo del año”.
Presentadas las líneas básicas, poco más, los ataques son bastante contundentes, el 3D es utilizado pero no aporta nada a la trama, bueno sí algún “susto” al ver venir al bicho o alguna secuencia espectacular de destrucción, las interpretaciones son básicamente insustanciales, quedando lo mejor para la duración final del invento: noventa minutos, supongo que era inútil alargarla más apelando al masoquismo del aficionado.
En fin, una película disfrutable (hasta en esta aseveración tengo mis dudas) pero que se olvida nada más cruzar la puerta de salida del cine. Un producto veraniego, curiosamente estrenado en nuestro país a las puertas del invierno, que no aporta nada de nada. Recomendada para locos del género (yo también me incluyo) que necesitamos nuestra ración de tiburón anual.
Saludos desde la profundidad de la mar.
Ficha Técnica
|
Año: 2011 / Director: David R. Ellis / Productor: Chris Briggs, Mike Fleiss, Lynette Howell, Douglas Curtis, Tawny Ellis, Kelly McCormick, Crystal Powell / Guión: Will Hayes, Jesse Studenberg / Fotografía: Gary Capo / Música: Graeme Revell / Diseño de Producción: Jaymes Hinkle / Maquillaje: Allan A. Apone, Chrissy Morris, Melizah Schmidt, Solina Trabizi, Kristina Vogel / FX: Robert Venavidez, Wall Conti, Eric Coon, Donnie Dean, Roy Goode, Matt Kutcher, Damien Fitzpatrick, Caius Man, Robert G. Willard / País: USA / Duración: 91m. / Formato: 35mm / Proporción: 1.85: 1 / Color / Presupuesto: 25.000.000$
|
Ficha Artística
|
Sara Paxton, Dustin Milligan, Chris Carmack, Katharine McPhee, Chris Zylka, Alyssa Diaz, Joel David Moore, Sinqua Walls, Donal Logue, Joshua Leonard, Jimmy Lee Jr, Damon Lipari, Christine Quinn, Kelly Sry, Tyler Bryan, Kyla Pratt, Ving Rhames, David Speed.
|
