Hoy voy a separarme un poco de la línea editorial habitual de El Terror Tiene Forma ya que el artículo está dedicado a Bettie Page, una mujer que no tiene nada que ver con el género fantástico o de terror, pero que fue parte importante en el cambio de los conceptos cinematográficos y estilísticos que imperaban en los años cincuenta y sesenta. La evolución de la industria del entretenimiento no se hubiera producido sin el trabajo de chicas como ella y el apoyo de productores avispados atentos a las necesidades, siempre cambiantes, del público en general. También es conveniente resaltar que directores como Russ Meyer o John Waters han alimentando sus respectivas carreras con conceptos muy cercanos a esas pequeñas y baratas películas, mitad documentales mitad explotaciones eróticas, que marcaban un camino en las antípodas de los parámetros que las grandes productoras utilizaban habitualmente.
La carrera profesional de Bettie Page fue muy corta, pero eso no ha supuesto ningún obstáculo para que su imagen se convierta en un tótem inamovible en nuestro subconsciente, su influencia se ha extendido a múltiples y variadas escenas artísticas actuales, miles de chicas siguen imitando su inconfundible corte de pelo y sus imágenes siguen provocando un estremecimiento absolutamente placentero.
Sirva este editorial como pequeño homenaje a una de las mujeres más fascinantes, misteriosas y eróticas que el mundo del cine nos ha regalado.
Si os parece entramos en materia.
Betty Mae Page nació el 11 de Diciembre de 1923 en el estado sureño de Nashville, Tennesse (USA), segunda hija (de un total de seis) del matrimonio formado por un mecánico (Walter Roy Page) y de una mujer con sangre Cherokee (Edna Mae Pirtle), el status social de la familia era, por decirlo finamente, bastante precario y empeoro todavía más cuando sus padres decidieron separarse, su madre inmersa en el divorcio y padeciendo los efectos demoledores de la depresión que asoló Estados Unidos en 1929, no tuvo más remedio que meter a la pequeña y a dos de sus hermanas en el orfanato. Debido a los constantes cambios de domicilio (antes del divorcio) sus inicios estudiantiles no fueron muy destacables, de todas maneras cuando pudo asentarse definitivamente su progresión fue espectacular y se convirtió en la estudiante estrella de su promoción, con incursiones en el club teatral durante dos o tres años, su graduación llego el 6 de junio de 1940.
Betty Mae Page nació el 11 de Diciembre de 1923 en el estado sureño de Nashville, Tennesse (USA), segunda hija (de un total de seis) del matrimonio formado por un mecánico (Walter Roy Page) y de una mujer con sangre Cherokee (Edna Mae Pirtle), el status social de la familia era, por decirlo finamente, bastante precario y empeoro todavía más cuando sus padres decidieron separarse, su madre inmersa en el divorcio y padeciendo los efectos demoledores de la depresión que asoló Estados Unidos en 1929, no tuvo más remedio que meter a la pequeña y a dos de sus hermanas en el orfanato. Debido a los constantes cambios de domicilio (antes del divorcio) sus inicios estudiantiles no fueron muy destacables, de todas maneras cuando pudo asentarse definitivamente su progresión fue espectacular y se convirtió en la estudiante estrella de su promoción, con incursiones en el club teatral durante dos o tres años, su graduación llego el 6 de junio de 1940.
Unos cuantos años después de traslado a San Francisco donde, acompañada de una de sus hermanas trabajó, supuestamente, en unos grandes almacenes, fue en esa época cuando retomo la amistad con un novio del instituto y regresando a Nashville se casarón, su marido se alisto (la segunda guerra mundial estaba en pleno apogeo) y desapareció durante tres años, mientras tanto Bettie (ya de nuevo en San Francisco) ocupo su tiempo en clases de interpretación, baile y canto. Poco después se traslado a Los Ángeles sin demasiada fortuna, volviendo a Nashville para vivir con su marido (ya licenciado), el experimento no funciono y se divorciaron poco después. En 1948 se traslado a New York, conoció a Jerry Tibbs que le ofreció algunos consejos de imagen y realizo varias sesiones de fotografías, permitiéndole estas conseguir alguna portada en revistas de poca monta y poder presentarse a concursos de belleza. Esas sesiones fueron pasando de mano en mano hasta que llegaron a las manos de un editor de tres “girlie-magazines”.
Al poco tiempo Irwing Klaw y Bunny Yeager se interesaron por Bettie y entre 1952 y 1956 protagonizo muchos de los catálogos que se distribuían principalmente por correo a clientes fieles y calientes en busca de mujeres neumáticas en poses insinuantes, cabe destacar que en 1955 Page recibió el título de “Miss Pin up Girl of the World” y fue la playmate de la revista Playboy con póster interior incluido, como guinda del pastel su imagen también sirvió de reclamo en la portada de tres discos actualmente inencontrables.
Los clientes, poco a poco, fueron reclamando fotografías de temáticas poco habituales, de la noche a la mañana Bettie y sus compañeras comenzaron a aparecer atadas o amenazándose entre ellas con látigos y, sin quererlo, se convirtieron en precursoras del Bondage moderno. Cientos de amantes de estas temáticas todavía babean con estas sesiones y coronaron a Bettie como la reina del Bondage (Queen of Bondage).
Durante estos años nuestra encantadora amiga también protagonizo diferentes cortos y películas rodadas en 16mm, el primero de ellos fue “Strip-O-Rama (1953)", película que encadena números de bailes con algún gag en clave de comedia. Después de este debut Page encadeno dos películas más: “Varietase (1954)” y “Teaserama (1955)”, como es habitual en España estas películas no han sido editadas, los más interesados pueden conseguirlos en USA gracias a alguna de las tiendas on-line habituales en estos tiempos.
Poco después un político demócrata con aires de censor divino se sacó de la manga, como caballo de batalla para llegar a la casa blanca, una serie de medidas destinadas a acabar con la delincuencia juvenil, sus principales objetivos fueron las revistas de cómics y las girlie-magazines, todo el material de Irwin fue declarado obsceno, tanto el fotógrafo como nuestra protagonista fueron llamados a declarar, el resultado final de todo el asedio mediático fue que en 1958, en plena cumbre de su carrera artística, Bettie decide retirarse de la vida publica. Parece ser que a partir de entonces descubrió la religión con todas sus consecuencias y la maravillosa chica que había alegrado la vida a millones de hombres pasó a trabajar para diferentes organizaciones cristianas.
En los ochenta el culto a esta actriz y su imagen volvió a ponerse de moda, el mito siguió creciendo pero ella continuo en el anonimato. El 11 de diciembre del 2008 fallecía en Los Ángeles a causa de ataque al corazón.
Para aquellos que quieran más información pueden entrar en la página oficial de la artista o consultar un libro francamente interesante que fue editado en nuestro país: “Bettie Page, La Reina de las Curvas” de Isabel Andrade en la colección Serie B.
En próximas editoriales más, un saludo.