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09 febrero 2018

rawpower63

CUANDO LAS BRUJAS ARDEN / WITCHFINDER GENERAL (1968)

Cartel original de la película Cuando las brujas arden (Witchfinder General)
Inglaterra, siglo XVII, el gran inquisidor Matthew Hopkins (Vincent Price) junto a su ayudante John Stearne (Robert Rusell), se encargan de buscar, juzgar y ajusticiar a todo aquel que, supuestamente, practique la brujería. Ambos llegan a un pequeño pueblo, donde los lugareños tienen dudas acerca de la honestidad del reverendo John Lowes (Rupert Davies), sin más pruebas que los comentarios, arrestan e interrogan al reverendo. Con la intención de evitar su ajusticiamiento, su sobrina Sara (Hilary Heath), entrega su cuerpo a Hopkins en repetidas ocasiones. Aprovechando la ausencia del inquisidor, Stearne viola a Sara y a la vuelta de Hopkins el reverendo es condenado y ahorcado. Al cabo de un tiempo, Richard Marshall (Ian Ogilvy), un soldado a la ordenes de Cromwell y novio de Sara, regresa al pueblecito. Al enterarse de lo ocurrido contrae matrimonio con su prometida y jura vengar la afrenta recibida.
A grandes rasgos esta es la sinopsis de Cuando las brujas arden, también conocida como El inquisidor, una producción realizada en el año 1968, dirigida por Michael Reeves bajo el manto protector de Tigon, y que supondría la ultima película en la corta carrera (cuatro títulos) de este realizador, pues poco después, Reeves, fallecería a causa de una ingesta accidental de barbitúricos.
las andanzas de Matthew Hopkins en un grabado de época
Basada en la novela homónima de Ronald Bassett, en la cual se describen las andanzas de Matthew Hopkins, un cruel cazador de brujas que actuó, principalmente, en los condados de Suffolk y Essex, entre los años 1644 / 1646. Autoproclamado Cazador general de brujas (Witch-finder General), Hopkins dejó tras de sí más de 200 asesinatos (principalmente mujeres) y una estela de terror, sangre y muerte difícil de superar.
Con estos elementos históricos en sus manos y el poema de Poe titulado The Conqueror Worm resonando entre sus paredes craneales, Reeves junto a Tom Baker, crearon un guión bastante sólido, que recreaba la sordidez de esos años oscuros y que, de paso y brillantemente, solventaba los problemas de presupuesto que tenía la producción. La película transcurre casi en su totalidad en ambientes naturales, la campiña inglesa, sus bosques y sus vastas y verdes llanuras son escenarios importantes dentro del argumento, por consiguiente ese aire puro y natural choca frontalmente con la enrarecida historia que se nos está contando y sirven de paso, para aligerar el presupuesto, pues si se rueda en exteriores no hacen falta interiores ni por supuesto decorados, con lo cual el exiguo presupuesto queda bastante disimulado y no tiene demasiada importancia en el devenir de la película.
Vincent Price en una secuencia de la película Cuando las brujas arden
Plagada de oscuridad y sadismo, el film se nutre de la confrontación entre la luz y la oscuridad y de la estrecha línea que separa a ambas. Es, en efecto, más que una película de terror, un análisis frío y despiadado del ser humano; sus protagonistas, ya sean Hopkins y su ayudante con su avaricia y crueldad, ya sea el joven soldado del ejército de Cromwell cuya única motivación es vengar la afrenta recibida, caen en la misma oscuridad, despedazan su alma, caen en el pozo recibiendo cada uno el fin que se merece; la muerte, la locura, los remordimientos se erigen como mensaje final, ominoso y despiadado, del lado oscuro del ser humano, tan propenso a la bondad y el amor como a la maldad y la crueldad.
Cuando las brujas arden 1968, genial película protagonizada por Vincent Price
Lo anteriormente dicho es la principal virtud del film, Reeves acierta plenamente en su planteamiento, esquivando la importancia del personaje principal (el inquisidor), realiza un trabajo efectista por lo realista de su planteamiento, presenta y profundiza en los personajes de forma minimalista (cuatro trazos bastan para tal objetivo), convirtiéndolos en marionetas al servicio de la historia global; como he comentado antes no es una película de terror al uso, eso no quiere decir que no de miedo o que algunas escenas no provoquen repugnancia, pero esos sentimientos van ligados a las acciones de los hombres, no hay rollo sobrenatural (ni una mala bruja ni una venganza sobrenatural), son las acciones y las consecuencias de estos actos, los que se encargan de provocar e impactar al espectador, con lo cual el verismo y la credibilidad de la historia permanecen inalterables.
Cuando las brujas arden 1968, genial película protagonizada por Vincent Price
Vincent Price, más contenido de lo habitual, impregna su recreación de Hopkins de un aura de maldad, avaricia, frialdad y crueldad realmente contundente, su presencia es imponente y majestuosa, dando brillo y consistencia, con su trabajo, al desarrollo de la película. El antagonista en la historia, interpretado por Ian Ogilvy, raya a buena altura, sin poder ni pretender compararse a Price, opta por crear un personaje que, al principio, ronda la ingenuidad, para después, poco a poco, irse descomponiendo hasta alcanzar la enajenación total. Ambos personajes conducen el film con presencia y poder, llegando al enfrentamiento final y ofreciendo un clímax impregnado de horror y locura realmente memorable. El resto de actores y actrices realizan una labor correcta en las coordenadas habituales de la escuela británica de interpretación.
Como curiosidad me gustaría comentar que Reeves había decidido que el papel de Hopkins recayera en el excelente actor Donald Pleasence, pero el acuerdo de colaboración firmado por el productor, Tony Tenser, con la AIP les permitió utilizar a la estrella de dicha productora, de esta manera Price se hizo definitivamente con el papel. A pesar de las discrepancias surgidas durante el rodaje entre el actor y el director, Price finalmente reconoció el excelente trabajo realizado por Reeves e incluso, años después, reconocería que ese papel era uno de los que guardaba mejor recuerdo de toda su carrera. También recordaros que el film fue censurado cortando varias escenas, aunque actualmente existen ediciones en DVD, que tienen el metraje completo. Los cortes fueron casi todos de escenas relacionadas con interrogatorios o torturas.


En definitiva, Witchfinder General es una película desigual, con un ritmo algo cansino por momentos, pero que tiene bajo su piel innumerables virtudes como para dejarla de lado. Absolutamente recomendable, se entiende por qué, por muchos aficionados, está considerada una obra de culto, una obra que trasciende las formas y parámetros del terror británico de esos años y que funciona como un preciso ejercicio de análisis de las miserias del ser humano. Una pena que Michael Reeves no tuviera la oportunidad de ampliar su legado cinematográfico, estoy seguro que de no haber fallecido tan prematuramente, estaría hoy en día considerado uno de los grandes directores del cine británico, pues sus originales planteamientos dinamitaban muchas de las sacrosantas, intocables y a menudo obsoletas formalidades del cine de terror.
Un saludo desde la hoguera.
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Ficha Técnica
Año: 1968 / Director: Michael Reeves / Productor: Tony Tenser, Louis M. Heyward, Arnold L. Miller / Guión: Michael Reeves, Tom Baker / Fotografía: John Coquillon, / Música: Paul Ferris / Dirección Artística: Jim Morahan / Maquillaje: Dorrie Hamilton, Henry Montsash / FX: Roger Dicken / País: UK / Duración: 86m. / Formato: 35mm  / Proporción: 1.85: 1 / Color
Ficha Artística
Vincent Price, Ian Ogilvy, Patrick Wymarck, Rupert Davies, Wilfrid Brambell, Hilary Heath, Robert Russell, Nicky Henson, Tony Selby, Michael Beint, Bernard Kay, Beaufoy Milton, John Trenaman, Bill Maxwell, Peter Thomas, Maggie Kimberly, Dennis Thorne, Anne Tirard, Gillian Aldham, Hira Talfrey, Jack Lynn, Michael Segal, David Webb, Sally Douglas, Edward Palmer, Lee Peters, Peter Haigh, Godfrey James, Margaret Nolan, Paul Ferris, David Lyell, Alf Joint, Toby Lennon, Derek Ware, Martin Terry 




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